Sinopsis oficial
En Valldemossa, un pequeño pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina , dos hermanas que fueron separadas en su adolescencia, se encuentran de nuevo para vender una panadería que han heredado de una misteriosa mujer a la que creen no conocer.
Las hermanas son dos mujeres con vidas muy diferentes. Anna apenas ha salido de la isla y sigue casada con un hombre al que ya no ama. Marina viaja por el mundo trabajando como doctora para una ONG.
Mientras intentan descubrir los secretos que encierra su enigmática herencia, Anna y Marina tendrán que hacer frente a viejos conflictos familiares e intentar recuperar los años perdidos.
La crítica -
Por Juana Samanes
Hay películas que, pese a quien pese, son de argumento eminentemente femenino, no solo porque estén protagonizadas por mujeres sino porque reflejan muy bien su universo y los sentimientos y emociones que palpitan en ellas. Eso ocurre con Pan de limón con semillas de amapola que traslada a la gran pantalla la novela homónima de Cristina Martos.
En ella se narra el reencuentro, tras años sin verse, de dos hermanas en su pueblo natal de Mallorca. La mayor, la que ha permanecido en la isla, tiene una vida amarga por un mal matrimonio; la segunda, doctora de profesión, ejerce en una ONG y trabaja en esos momentos en África. La herencia de una panadería por parte de la médico supone una auténtica sorpresa pero, a la larga, sacará a la luz secretos ocultos del pasado.
El director Benito Zambrano ha escrito el guión y, ante la extensión del relato, ha optado por suprimir una bella historia de amor que vivía una de las hermanas y por hacer explícito un tema polémico de la película, que en la novela queda en nebulosa. Famoso desde que firmó la película Solas, la maternidad vuelve a surgir en esta historia de amor fraternal, de solidaridad femenina y de mujeres valientes que deciden tomar las riendas de sus vidas. La película, como la novela, tiene cierto aire melodramático, que en imágenes todavía queda más patente mientras cuenta con una dirección de producción muy trabajada que se nota en imágenes preciosas de la isla de Valdemosa, donde discurre casi todo el argumento.
Buen director de intérpretes, aquí ese apartado vuelve a ser el más sobresaliente del drama, porque logra actuaciones excelentes no solo de las dos actrices protagonistas Elia Galera y Eva Martin, sino de todo elenco.