Sinopsis oficial
Ubicado en la frontera entre California y Nevada, en sus años dorados el complejo hotelero Royale era el más popular del lago Tahoe, punto de encuentro de las celebridades y los políticos más conocidos del país, quienes se dejaban ver paseando por sus instalaciones –el casino, el bar, los bungalós y la piscina. Pero los buenos tiempos llegaron a su fin. Así es El Royale. Ahora, en el vestíbulo del resort, deslustrado y sumido en el silencio, se encuentran el padre Daniel Flynn, la cantante de soul Darlene Sweet , el vendedor ambulante Laramie Seymour Sullivan, la hippie Emily Summerspring y el recepcionista Miles Miller En el transcurso de una fatídica noche, cada uno de ellos tendrá la oportunidad de alcanzar la redención... antes de que todo se vaya al infierno.
La crítica -
Por J.M.S.
Es complicado que un film mantenga el suspense hasta el final, pues bien, este thriller violento lo consigue con creces. Entre sus méritos se encuentra ofrecer un conjunto de buenas actuaciones, entre ellas está increíble Chris Hemsworth haciendo de malvado de manual, pero lo interesante está en el meollo argumental, en el que nadie es lo que parece, y donde un recital de volteretas y giros argumentales mantienen en tensión mientras se hace criba a todo: crítica a políticos corruptos, denuncia de malos tratos, advertencia ante las sectas (sean del tipo que sean), racismo e, incluso, reflexión sobre el sinsentido de las guerras, que deja graves secuelas psicológicas entre quienes participan en ellas. De tal manera que, en ese contexto, casi podríamos afirmar, sin desvelar ningún spoiler, que los “ladrones son gente honrada” dentro del maremágnum de “chicos y chicas malas” que desfilan por la pantalla.
A un motel de la carretera llega un hombre que esconde una maleta debajo del suelo de su habitación y que pronto es asesinado. Diez años más tarde al mismo lugar, el Royale, un hotel vetusto que vive horas bajas, llegan cuatro personajes variopintos: un viajante racista, un sacerdote bebedor, una cantante negra y una maleducada “hippie”. Todos convergen en ese lugar y afrontan situaciones insospechadas.
Este relato enrarecido pero que tiene “su aquel” es responsabilidad de Drew Goddard, director y guionista de la película, y quien es un verdadero especialista de mantener la atención en historias que transcurren en ambientes cerrados, como bien demostró en La cabaña en el bosque, y al que le gusta incluir golpes de humor negro.
Imprevisible, no se hace larga (a pesar de superar las dos horas de metraje) porque se agradece su originalidad en el panorama actual, donde la falta de ideas se traduce en un sinfín de remakes.