El reto de sobrevivir

Europa Press
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Al igual que le ocurrió en Madrid, Ciudadanos no logra ningún escaño en las regionales después de haber coliderado la Junta

La líder de la formación naranja, Inés Arrimadas, con Juan Marín, durante la campaña electoral andaluza. - Foto: Román Ríos (EFE)

En caída libre. Ciudadanos firmó ayer otra jornada electoral traumática al no lograr ni un solo diputado al Parlamento andaluz, frente a los decisivos 21 que obtuvo en las elecciones de 2018. Se trata de las segundas elecciones autonómicas en las que el partido de Inés Arrimadas no consigue ningún parlamentario como le sucedió el año pasado en Madrid. A partir de ahora, tiene por delante el difícil reto de sobrevivir a nivel nacional.

La formación naranja consiguió en 2018 su mejor resultado en Andalucía, 21 escaños y el 18,2 por ciento de los votos, que les permitieron integrarse en el Gobierno presidido por el PP. Hoy, Ciudadanos desaparece, mientras que Juanma Moreno podrá gobernar en solitario.

La primera vez que Ciudadanos concurrió a las elecciones de Andalucía fue en 2015 y el resultado fue positivo. El partido obtuvo nueve asientos, el 9,2 por ciento de los votos. Su apoyo se convirtió en la llave para investir a Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía, que gobernaba en minoría gracias al acuerdo con Ciudadanos. Pero en septiembre de 2018, el partido naranja dio por terminado el acuerdo y avisó de que no apoyaría los Presupuestos porque entendían que los socialistas incumplían las medidas firmadas.

Así, ante la «imposibilidad» de sacar adelante las Cuentas Públicas y aludiendo a la «inestabilidad», Díaz decidió anticipar las elecciones. A Ciudadanos le salió bien, ya que se convirtió en tercera fuerza, mejoraron sus resultados respecto a 2015 y pasaron a ser parte del Ejecutivo.

Para las elecciones de este 19-J, Ciudadanos ha basado su campaña en reivindicar su gestión coliderando la Junta para intentar dar la vuelta a los pronósticos de las encuestas, que ya habían anticipado los malos resultados para el partido.

En clave nacional

Los catastróficos resultados de Ciudadanos en Andalucía tendrán una inmediata lectura en clave nacional, ya que el partido se enfrenta a una difícil situación para sobrevivir, ya que en un solo año han pasado de coogobernar en Castilla y León, Madrid y Andalucía a convertirse en un partido extraparlamentario en esas dos últimas regiones, mientras que solo tiene un escaño en la región castellana

Los comicios no han hecho más que confirmar esa tendencia ya vista en otras elecciones autonómicas, como las de la Comunidad de Madrid en 2021 o las de Castilla y León de este mismo año, después de la herida abierta en el partido tras las elecciones generales de noviembre de 2019.

Ciudadanos desapareció de la Asamblea General madrileña, lo que aceleró la decadencia ya iniciada tras las generales. Perdió medio millón de votos y vio frustrado su objetivo de recuperar el poder en Madrid, donde también gobernaba con el PP. En Castilla y León continuó la sangría de votos, consiguió una exigua representación y pasó a la irrelevancia, sin grupo parlamentario.

Viene de lejos

La debacle de Ciudadanos arrancó tras las generales de noviembre de 2019, la repetición de las que habían tenido lugar en abril del mismo año y en las que había logrado su mejor resultado al convertirse, con 57 escaños, en la tercera fuerza del Congreso. Todo se torció en seis meses tras la repetición de las elecciones generales, ya que la formación naranja perdió 2,5 millones de votos y solo logró 10 diputados.

Albert Rivera salió de Ciudadanos, pero la actual presidenta, Inés Arrimadas, no ha dejado de acumular fracasos. Uno de los más sonados fue en las elecciones catalanas de febrero de 2021. El resultado fue uno de los golpes más duros para el partido, que venía de ganar en 2017 con la líder naranja como cabeza de cartel. Se desplomó y perdió cerca de un millón de votos, 30 escaños y pasó de primera a séptima fuerza, por detrás de Vox.

Apenas un mes después, las cosas siguieron poniéndose feas. En Murcia, en marzo de 2021, Ciudadanos se aliaron con el PSOE para echar al PP del gobierno murciano y del ejecutivo municipal de Murcia. El presidente autonómico, el popular Fernando López-Miras, logró que varios diputados de Cs y otros previamente expulsados de Vox votaran en contra de la moción de censura, impidiendo que prosperase. Como consecuencia, Cs perdió el poder en Murcia y tuvo que ver, además, cómo tres de sus diputados se convertían en tránsfugas.

Abandonos

El goteo de cargos que salían de Ciudadanos ha continuado desde entonces. En el caso concreto de Andalucía, la larga lista de renuncias está conformada por nombres que han salido de la formación antes de la elaboración y anuncio de las listas. Tras la convocatoria de elecciones, las dimisiones han sido constantes.

Destacan la diputada del Parlamento andaluz Mar Hormigo, que dejó el Comité Autonómico a mediados de mayo señalando que «no cree» que el partido «esté en las mejores manos». Se suma a figuras como Fran Carrillo, quien fuera rival de Marín en las primarias para designar al candidato a la Junta, a la que siguió la dimisión de la Junta Directiva en Córdoba. Otros parlamentarios autonómicos que también han renunciado, incluso a la militancia, son María del Mar Sánchez, Raúl Fernández, Emiliano Pozuelo y Javier Pareja. También se han marchado el portavoz parlamentario Sergio Romero, así como las diputadas Mónica Moreno, portavoz adjunta y que encabezó en 2018 la lista de Jaén, o Ángela Rodríguez.