UPN ha abierto este viernes en Cadreita el nuevo curso político con un acto en el que su presidente, Javier Esparza, ha asegurado que son un partido "fuerte" y "de fiar" para un Gobierno "sin ataduras ni de Madrid ni de Bilbao" y en el que Bildu "no tenga nada que decir", y "eso pasa porque lo presida UPN".

"Iniciamos el curso político que nos va llevar a la presidencia del Gobierno de Navarra", ha dicho en sus primeras palabras, y ha añadido que están "destinados" a gobernar para hacer de ésta "una comunidad líder", objetivo para el que ha contado con "el cambio de ciclo y la fuerza imparable del centro derecha que se está viendo en otras comunidades y que también ha llegado a Navarra" y "con el enorme hartazgo con el gobierno de Chivite y con el gobierno de Sánchez. Dos gobiernos que tienen la credibilidad por los suelos".

De hecho esa futura victoria de UPN ya se refleja a juicio de Esparza en el "nerviosismo de los partidos que ahora gobiernan", en ocasiones transformado en muestras de "odio y violencia" contra los alcaldes de Pamplona y Tudela, o como ha aventurado que mañana se podrá ver en el Ospa Eguna de Alsasua, por lo que ha mandado el "apoyo, agradecimiento y cariño" a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, cuyo trabajo por "la democracia y la libertad" ha puesto en valor.

El presidente de UPN ha hecho además un breve repaso a los últimos meses para aludir al anuncio del PP de que concurrirá a las elecciones con sus siglas, decisión que "finiquita Navarra Suma" aunque en las próximas semanas se reunirá tanto con este partido como con Ciudadanos, pero adelantando que "nadie nos va a marcar el paso".

"Decidiremos lo que creamos que es mejor para que Bildu no tenga nada que decir en el próximo Gobierno de Navarra y eso pasa porque el Gobierno lo presida UPN", ha aseverado y, tras afirmar que será un proyecto político "propio para Navarra", ha agregado que además será "leal con España pero exigiendo también lealtad con Navarra" porque "quien se deba a otros intereses debe saber que nosotros nos debemos a la sociedad navarra", sin que esto signifique "romper puentes con nadie".

Ha defendido así la capacidad de tomar decisiones "de forma autónoma, en total libertad", y "adaptadas a nuestras necesidades y realidad" pasa sacar "el máximo provecho del régimen foral" que "defendemos con orgullo".

"No queremos el café con leche para todos que se quiere imponer desde Madrid" ni "tampoco queremos que se nos trate como la cuarta provincia del País Vasco porque no lo somos", ha explicado Esparza, por lo que ha confiado en que este proyecto político aglutine a "la mayoría social" ya que "está abierto a todos, también a los socialistas moderados que no quieren más pactos con EH Bildu porque saben que son negativos para Navarra".

Y ha insistido en "esos votantes socialistas que no solo se han sentido engañados por María Chivite, sino que no entienden por qué no ha querido rectificar, aceptar nuestra mano tendida y separarse de la izquierda abertzale", al tiempo que le ha reprochado que se haya comportado como "si el principal enemigo de esta tierra fuera UPN cuando debieran haber estado centrados" en problemas como la crisis económica, la inflación las listas de espera, le reto demográfico, la sequía o los incendios.

Unos incendios en los que ha destacado el papel que desempeñaron los alcaldes de los pueblos afectados, "cogiendo la manguera" y "ayudando a los profesionales de los centros de salud o de las residencias", como también ha reconocido el trabajo de todos los regidores regionalistas "impulsando proyectos estratégicos, sostenibles, verdes, que traigan bienestar y desarrollo".

De todos ellos ha comentado para valor su labor que "nunca antes los ayuntamientos se han sentido tan ninguneados, tan poco escuchados, tan abandonados a su suerte. Y mas si son de UPN o de Navarra Suma".