La diputada y presidenta del PP en Navarra, Ana Beltrán, ha presentado una Proposición no de Ley en el Congreso para instar al Gobierno a condenar lo ocurrido en Pamplona en la procesión de San Fermín y "excluir de los pactos y acuerdos políticos" a los partidos que "no condenan explícitamente los crímenes de ETA e intentan legitimar su existencia".
Beltrán pide también un mayor control sobre los preparativos y ejecución de actos de "violencia política de la izquierda abertzale para evitar que se reproduzcan" y reclama al Ejecutivo "una condena expresa de los actos de violencia política" ocurridos el 7, una "condena sin paliativos de la agresión sufrida por los concejales de Navarra Suma y del Partido Socialista de Navarra y, especialmente, por el alcalde, objetivo prioritario de los agresores".
Beltrán pide a Sánchez condenar los incidentes en Pamplona
Por último insta a Sánchez a mostrar "su agradecimiento a los agentes municipales participantes en el operativo de protección y a hacer público todo su apoyo y solidaridad con los policías heridos".
En su iniciativa, Beltrán dice que la procesión de San Fermín fue en los años del terrorismo de ETA "objetivo principal" de la kale borroka y recuerda que en 2011 un policía municipal sufrió una paliza en este acto de fiestas y "es la última víctima del terrorismo reconocida".
Tras subrayar que "los últimos actos de kale borroka en Pamplona se enmarcan dentro de un proceso para intentar imponer un relato tras el fin del terrorismo de ETA basado en un blanqueamiento de sus crímenes, así como del movimiento social y político que dio cobertura y apoyo a la banda asesina", la política popular sostiene que "mediante técnicas de manipulación social y propaganda creciente se quiere imponer una posverdad".
Y asegura que la misma pretende "situar en un plano de igualdad tanto a los verdugos como a las víctimas", lo que supone "una infamia en toda regla" y un "planteamiento negacionista que debería ser sancionado severamente".
"No se puede minusvalorar la práctica sistemática del terror con fines de limpieza identitaria contra los no nacionalistas cometido en las comunidades autónomas vasca y navarra sin caer con ello en conductas propias de ideologías totalitarias que niegan los genocidios practicados por sus correligionarios", dice, y añade que "en esta estrategia de blanqueo es parte esencial el Gobierno, que depende del apoyo de los partidos que nunca condenaron el terrorismo de ETA".
Una postura que según Beltrán "acreditan los pactos de gobierno en Navarra, las alianzas municipales y los acuerdos parlamentarios en el Congreso", y que "son parte del camino desarrollado por el PSOE desde que levantaron el veto a Bildu para convertirlo en un socio 'respetable' y 'preferente' del sanchismo".
Critica por ello que así la izquierda abertzale esté "envalentonada por la tolerancia del Gobierno para con sus ataques a la convivencia democrática, entre los que se encuentran actos de odio y violencia política extremadamente graves como los acontecidos el día de San Fermín en Pamplona".