Decenas de transportistas han saturado las principales arterias del Casco Viejo de Pamplona en su labor de hacer llegar las mercancías necesarias para estos Sanfermines. Tras dos años sin fiestas, las previsiones apuntan a una alta afluencia de gente, por lo que los hosteleros se están preparando para lo que pueda llegar. Una situación completamente contraria a la que vivieron durante la pandemia.
Además, para este fin de semana se esperan días con altas temperaturas, algo que porvocará todavía mayor presencia de gente en la calle.