Regresar a casa sería el mejor regalo para Rodrigo Hernando. Entrenador de fútbol burgalés, pero afincado en Azagra, está atrapado en Irán. La burocracia del país persa le impiden retornar a Navarra. Reclama, también, mayor atención de la embajada en Teherán.

La alegría de una nueva experiencia extranjera, ésta en Irán, se ha tornado en pesadilla para Rodrigo Hernando, técnico burgalés afincado en Azagra donde le espera su familia. A día de hoy, este 'navarro de adopción' se encuentra en la capital iraní esperando que se resuelva el limbo burocrático en el que está inmerso después de finalizar su relación contractual con el equipo persa en el que estaba tras el cambio de entrenador decidido por los nuevos propietarios y presidente del mismo.

Hernando, que ha entrenado en Navarra (Peña Sport e Izarra), se ha puesto en contacto con la embajada española en la capital iraní aunque sin demasiada fortuna por sus circunstancias. Quince días después de iniciar los trámites, espera retornar a casa la próxima semana.

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Se estima que en Irán viven alrededor de 40 españoles.