Osasuna firmó ante el Mallorca ayer la sexta victoria delante de su afición este curso gracias al solitario tanto de Aimar Oroz tras el descanso, superando así los cinco triunfos en El Sadar logrados la pasada temporada.
Era una de las asignaturas pendientes de Jagoba Arrasate y los suyos: Hacer del remozado estadio una fortaleza difícil de batir para la mayoría de rivales del campeonato, particularidad de la que antaño el club sacaba pecho y réditos deportivos.
Durante la campaña 21/22, Osasuna tan solo pudo sumar cinco victorias en Pamplona por siete empates y siete derrotas. A pesar de ello, estas cifras no pusieron en riesgo la permanencia y el equipo firmó su presencia un año más en la máxima categoría.
Todo ha cambiado. Sevilla, Cádiz, Rayo Vallecano, Espanyol, Valladolid y Mallorca ya han hincado rodilla. Restan diez jornadas en El Sadar y el equipo ha mejorado sus últimos registros y el ecosistema es el propicio para hacerse aún más fuertes con el empuje de su hinchada.
En el apartado goleador las cosas también son positivas. Osasuna ha perforado la meta contraria en doce ocasiones, mientras que ocho han sido los tantos celebrados por equipos rivales en el templo rojillo.
Chimy Ávila y Aimar Oroz son los máximos goleadores en casa con tres dianas cada uno. Este último volvió a rugir ayer con su zurdazo nada más comenzar el segundo tiempo. El de Arazuri se entendió a la perfección con su maestro, Moi Gómez, poniendo el 1-0 que a la postre dio el triunfo a los suyos.
Aitor Fernández solo ha encajado dos goles en 360 minutos, ambos frente el todopoderoso Barcelona. Con la presencia del meta vasco el equipo ha ganado en sosiego y, de momento, no ha dado razones a Arrasate para meter a Sergio Herrera, habitual portero hasta hace unas semanas.
Atlético y Real Madrid serán los próximos en visitar El Sadar, dos candidatos al título que han tomado la medida a los navarros en su estadio y que no pierden desde hace años en la plaza norteña.
La ilusión y las posibilidades por firmar una gran temporada están ahí, pero Arrasate y su entorno prefieren mirar "al frente", es decir, partido a partido, empezando por el choque copero contra el Betis del miércoles.