Cuatro integrantes del colectivo Mugitu! Mugimendua han realizado en el muro de once metros de altura que separa Barañain de Echavacoiz, barrio designado como lugar de emplazamiento de la estación del TAV, una pintada de grandes dimensiones con el lema "KLIMA SOS, TAV EZ".

En un comunicado, este colectivo denuncia que el TAV "ha dado al traste con cientos de hectáreas de bosques autóctonos y valles refugios de biodiversidad y sumideros que tragaban las emisiones de CO2".

Al respecto, afirma que la maquinaria utilizada en la elaboración del cemento para la construcción de la plataforma, viaductos, túneles y pistas "a lo largo de sus 400 km de recorrido por Euskal Herria ha emitido y emite sin cesar grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera".

Asimismo, añade, la extracción y el transporte de piedras y hierro, componentes del hormigón, "ha contribuido también a la emisión de ingentes cantidades de gases de efecto invernadero".

Para este colectivo, una vez puesto en marcha, "el TAV no es menos contaminante", ya que "su consumo energético a 300km/hora es el equivalente al de una ciudad de 25.000 habitantes" y "el aumento de la velocidad hace crecer exponencialmente la demanda energética".

El calentamiento global "es la consecuencia directa del capitalismo tecno-agro-industrial, y el TAV su icono", denuncia Mugitu! Mugimendua, que considera que "estamos a tiempo de pararlo y evitar así la destrucción de parte del territorio de Euskal Herria".

"Luchando contra el TAV y contra el modelo social que lo impulsa luchamos contra el cambio climático", concluye.