Tarde para la historia en Estella. La corrida de toros de este lunes terminó con ni más ni menos que catorce trofeos. Los Hermoso de Mendoza y Morante de la Puebla se repartieron hasta doce orejas y dos rabos.
Un año más, los rejoneadores de la ciudad del Ega dejaron buenas sensaciones en el lugar que les vio nacer, y lo hicieron ante una plaza abarrotada. De hecho, tuvieron que colgar el cartel de no hay entradas. El público disfrutó de unas faenas perfectas, domas llenas de contenido y de un toreo redondo que, en varias ocasiones, puso en pie a los asistentes.
La tarde la remataron saliendo los tres diestros a hombros y por la puerta grande.