Los milagros de Zinedine Zidane

Diego Izco
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En el enésimo truco de escapismo con el francés en el banquillo, el Real Madrid se llevó el clásico. Los focos apuntan a los blancos y al 'cero' del Atlético en derrotas, pero que no olviden a la Real, un líder estupendo

Los milagros de Zinedine Zidane - Foto: ALBERT GEA

Harry Houdini (era austrohúngaro y su nombre real, Erik Weisz) escapó de mil cadenas, cajas, tanques de agua, esposas y cuerdas. Cuanto más peligroso parecía el truco, mayor el impacto en el gran público. Muchas de las ilusiones creadas por el más famoso escapista de la historia lo llevaban al borde de la muerte, que es más o menos como llegaba el Real Madrid al Camp Nou tras perder con el Cádiz y el Shakhtar:entre todos le habíamos pintado cara de corderito camino al matadero... olvidando que es el Real Madrid y que Zidane es un Houdini moderno, capaz de escapar de las crisis de la forma más sorprendente, sacudirse el polvo, ¡tachán! y llegar a la sala de prensa con las pulsaciones en su sitio. 

 

El penalti

Pero no hablaré del que todos esperan, pues hay agarrón de Lenglet a Ramos y su no señalización (tras la revisión en la pantallita) tendría difícil excusa. Casemiro frente a Messi en la primera parte:el reglamento dice que si el defensor toca el balón primero, no existe la falta. Artistas del ‘tackle’, de los que saben pegar y castigar el tobillo, aplauden a rabiar: impides que el atacante (pues lo derribas) pueda pelear el rebote y, de paso, cuelas una zancadilla peligrosa. Es un ‘win win’ de manual para esos defensores que parecen más felices en el barro que de pie, ahora protegidos por el reglamento. En Getafe (Djené a Yangel) sí se pitó. ¿Cuál es el criterio válido?

 

Equipazo

En el fin de semana de clásico las cámaras lanzaron millones de ‘clics’ hacia el clásico y también hacia el Atlético, el único equipo invicto del torneo, que ha entrado en esa velocidad de crucero que le gusta a Simeone: resistir, aguantar, sufrir, matar a la contra. Pero mereció la pena guardar sitio en el ‘carrete’ para el último duelo de la jornada, en el que la Real Sociedad reivindicó con otra goleada el trono momentáneo del campeonato. La presión, la juventud, el descaro, la alegría, la velocidad y los goles:un cóctel que le convierte en el «hoy no juega mi equipo, voy a verles a ellos» del aficionado neutral.