La selección española de balonmano certificó su clasificación a los cuartos de final del Mundial de Polonia y Suecia al imponerse este viernes por 26-31 a la de Eslovenia, en un encuentro en el que mostró la madurez necesaria para sacar adelante un choque que le exigió como pocos en el torneo.
Conscientes de que la clave para doblegar al conjunto balcánico pasaba por impedir que los eslovenos dotarán de la velocidad y fluidez necesaria a su juego de ataque, los jugadores españoles se emplearon desde el principio a conciencia en defensa.
Una perfecta sinfonía de ayudas y cambios de oponente que anuló por completo la ofensiva del conjunto esloveno, que, alcanzados los primeros diez minutos de juego, tan sólo había logrado anotar un gol en estático.
Los Hispanos sellan el pase a cuartos con una lección de madur - Foto: Lukasz GagulskiMás problemas tuvo el conjunto español con las rápidas acciones de contragol de los eslovenos, pero si Blaz Janc es rápido en la salida de balón, mucho más lo es el extremo español Kauldi Odriozola, que sorprendió una y otra vez con sus fulgurantes carreras.
Goles fáciles que, unidos al buen hacer de Alex Dujshebaev, que dejó alguna que otra pincelada de su extraordinaria calidad, permitió a los Hispanos situarse con una renta de cuatro tantos en el marcador (2-6) a los nueve minutos de juego.
Los de Jordi Ribera no pudieron conservar la diferencia ante la irrupción del portero Urban Lejak, que, con sus intervenciones, una triple a tres lanzamientos consecutivos del equipo español, permitió a Eslovenia meterse de lleno en el partido.
Con la portería asegurada, el equipo balcánico pudo desplegar su veloz juego de transición, que causó numerosos apuros a la defensa española, incapaz de frenar en carrera al lateral Borut Mackovsek
Problema al que añadir la cada vez mayor fluidez de la que dotó a su ataque el conjunto esloveno, que a base de unos contra unos, no sólo logró igualar la contienda, sino situarse por delante en el marcador (14-13) a menos de cuatro minutos para llegar al descanso.
La selección española, pese a la exclusión de Miguel Sánchez-Migallón, logró devolver las tablas a un marcador (15-15) que dejaba todo por resolver en el segundo tiempo.
Segundos treinta minutos en los que los Hispanos siguieron mostrándose incapaces de controlar las fintas del central Dean Bombac, que con sus penetraciones generó los espacios necesarios para que Eslovenia convirtiese cada uno de sus ataques en gol.
España se vio obligada a anotar constantemente para no descolgarse, toda una prueba de madurez a la que respondió con nota el conjunto español, que replicó cada tanto balcánico.
El conjunto español encontró un alivio con las exclusiones de Jure Dolenec y el entrenador Uros Zorman, que permitieron a los de Jordi Ribera situarse apenas superado el ecuador de la segunda mitad con una renta de cuatro goles (20-24), todo un tesoro dada la igualdad del duelo.
Una ventaja que pareció asentar definitivamente a la selección española, que comenzó a recuperar la misma sólida estampa en defensa que mostró en el arranque del partido.
La mejoría defensiva permitió a los Hispanos situarse a poco más de once minutos para la conclusión con una máxima renta de cinco tantos (21-26) que pareció allanar su triunfo.
Una victoria que se encargaron de asegurar para el equipo español el portero Gonzalo Pérez de Vargas con dos paradas y el lateral Dani Dujshebaev con dos tantos, acciones que permitieron a España entrar en los tres últimos minutos de juego con unos insalvables seis goles de diferencia (23-29) en el marcador.