Osasuna celebra mañana un centenario de la forma que nunca hubiera pensado ni deseado. En la intimidad de un estadio vacío de público, con la mayoría de actos aplazados por la pandemia del coronavirus y con la única alegría de poder dedicar una victoria a la afición. Las celebraciones se aparcan hasta que mejore la situación y los tres puntos se atisban como un mal menos a semejante efeméride. En el vestuario rojillo están muy concienciados de ello y,72 horas después de decretarse un confinamiento perimetral en Navarra, la plantilla quiere regalar un triunfo a su afición que únicamente podrá seguir el partido desde casa: “Todo lo que rodea al partido es positivo. Nos vemos como actores principales dentro de una fecha muy señalada. Orgullosos del club al que representamos. No veo estrés ni ansiedad. Al revés, veo ilusión y responsabilidad de poder hacer feliz a un montón de gente. Todo el mundo va a estar casa porque no pueden venir al campo ni verlo en el bar. Estamos pensando en darles una gran alegría”, se explayó el entrenador rojillo, Jagoba Arrasate, en la previa del choque.
No obstante, el rival no es el más adecuado. El Sadar es uno de los cinco campos en los que el Athletic de Bilbao ha cosechado más victorias que derrotas. Los rojiblancos llevan cuatro visitas consecutivas venciendo en Pamplona donde no pierden desde 2012. Para más inri el Athletic fue el equipo que, el año pasado, acabó con el récord de imbatibilidad de Osasuna en su estadio que se quedó en 31 partidos seguidos tras año y medio sin conocer la derrota como local: “No estamos pensando si llevan no sé cuántas victorias en El Sadar o si es el mejor rival para el centenario. Es verdad que te recuerdan o que eso está ahí en el contexto pero tenemos que fijarnos más en el juego, en el Athletic y por dónde pueden ir los derroteros del partido”, indicaba el míster del equipo navarro.
Con un solo ‘9’ disponible
Osasuna afronta el partido del centenario con múltiples bajas, especialmente del centro del campo hacia adelante. Así las cosas, Arrasate sólo cuenta con un delantero centro para recibir al Athletic: Enric Gallego. Adrián apunta a ser su acompañante a pesar de que en las últimas jornadas los rojillos venían jugando con dos ‘9’ de referencia con Calleri y Gallego. Sin embargo, el primero se lesionó en el último encuentro liguero y estará alrededor de dos meses de baja. Osasuna tampoco puede contar con Chimy Ávila, Brandon ni Budimir. Éste continúa aislado en su domicilio a la espera de superar el coronavirus y dar negativo para poder entrenar por primera vez con sus compañeros puesto que su positivo saltó en la víspera de estrenarse con el primer equipo tras estar con su selección, Croacia, en el parón de la competición.
Con quien sí podrá contar el técnico vizcaíno es con Roberto Torres. El segundo capitán de Osasuna está recuperado de la lesión que le ha impedido intervenir en los dos últimos partidos. El futbolista quiere jugar como sea el partido del centenario. Es algo que decidirá Arrasate horas antes del encuentro: “Llega con dos o tres sesiones. Parece que la lesión está olvidada, otra cosa es el ritmo de competición. Vamos a ver”, manifestaba el vizcaíno. El entrenador rojillo anda escaso de efectivos en la medular pues Lucas Torró sigue lesionado, al igual que Brasanac, y Moncayola está sancionado tras su expulsión.