La principal duda de la semana giró en torno al esquema por el que Jagoba Arrasate apostaría en un estadio del que la temporada pasada ya sacó un punto gracias a un entramado defensivo con cinco futbolistas en la retaguardia. Finalmente, la noticia no estuvo ahí, sino en la entrada de Kike García en punta.

Las probabilidades de que Ante Budimir fuera titular de nuevo eran altas. El croata había salido de inicio en las tres jornadas anteriores en busca de un gol que se le resiste. Arrasate dio su total confianza hacia su jugador con palabras de cariño en la previa ante los blancos, pero el de Berriatúa jugó al engaño.

El exjugador de Eibar se enfundó la casaca rojilla para jugar con Abde y Moi Gómez como acompañantes en la zona de ataque. El '18' hizo de multiusos. Bajó a recibir, fue al choque con contrincantes como Rüdiger, Alaba o Tchouaméni y tuvo la intuición y calidad necesarias para empatar tras el descanso.

Unai García puso un centro algo tenso que su compañero reformó en un golazo. El delantero, de espaldas a portería, remató de cabeza un balón que se coló por la escuadra ante la asombrada mirada de los espectadores. No fue suerte. García fue perfectamente consciente de su situación y de la de Lunin, guardameta merengue.

Osasuna estaba enchufado y tres minutos más tarde García tuvo en sus botas el 1-2. Moi Gómez exhibió su buen momento de forma con una jugada dentro del área que debió finalizar él mismo, pero que vio conveniente ceder a la referencia ofensiva en forma de pase raso que este último no fructificó de manera satisfactoria. El remate careció de precisión para tranquilidad de Ancelotti.

Arrasate ordenó su sustitución en el 82 para, posteriormente, ser nombrado mejor jugador del partido. "Le quiero ganar la posición a RÜdiger y la peino al palo largo. Por suerte ha sido gol y nos vamos con un punto tras hacer un trabajo serio. Feliz por la afición y por el equipo que lo ha merecido", dijo a las cámaras de Dazn.

Fue un merecido premio para una pieza importante dentro del vestuario que este año no estaba contando con demasiado protagonismo. Hasta ayer, Budimir era indiscutible. Chimy Ávila es la otra alternativa, mientras que la eclosión de Aimar Oroz tapaba otra plaza en la zona de arriba.

Tan solo ha disfrutado de 181 minutos en las siete jornadas que lleva el campeonato, cifras bajas para un deportista acostumbrado a jugar con mayor asiduidad.

El esfuerzo y el profesionalismo por parte de García en este inicio han sido intachables. Los cero reproches ante sus suplencias, sus dos goles en Liga y las ganas de trabajar son las claves para que Kike sea el principal candidato a ocupar la delantera frente al Valencia este viernes.