El 94% de los navarros, contrarios a las visitas comerciales

Navarra Televisión
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Una encuesta de Irache expone la negativa de los consumidores a recibir en sus domicilios visitas comerciales, después de que la asociación haya recibido numerosas llamadas por esta razón.

El 94% de los navarros, contrarios a las visitas comerciales

Al 94 % de los navarros no les gusta que acudan agentes comerciales a sus domicilios, según indica una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache tras recibir en los últimos meses decenas de casos de este tipo.

Por ello, la asociación advierte sobre los riesgos que pueden tener estas compras, ya que en ocasiones suponen gastos muy altos, de miles de euros, y el consumidor no siempre es consciente de ellos.

En una nota Irache explica que los productos que se venden mediante esta técnica son muy variados y van desde lavadoras, televisores, enciclopedias, purificadores de agua, sillones masajeadores, aparatos de tonificación corporal, fajas para mejorar la circulación, colchones, instrumentos de cocina o relojes.

En algunos casos, los consumidores han llegado a pagar más de tres mil euros, de forma que algunas de estas personas, una vez firmada la compra y al ver el coste que supone, se arrepienten y quieren echarlo atrás.

En ocasiones los consumidores no tienen claro qué es lo que han firmado y solo posteriormente se dan cuenta del importe que han accedido a pagar o de que había aparatos que no le hacían ninguna falta. En muchos de los casos las personas que firman estas compras son de edad avanzada.

Los hechos, a grandes rasgos, se inician cuando un desconocido llama a la puerta de casa y comienza a relatar, generalmente con simpatía, los beneficios de una bicicleta estática, una colección editorial o una aspiradora para casa, por ejemplo. En muchas ocasiones afirma que estos aparatos tienen propiedades para la salud personal o la higiene.

"No suelen ser muy concretos con el precio final que tendrá que pagar el consumidor, más allá de señalar que ofrecen formas para que el pago mensual sea muy cómodo. Finalmente, consigue que el consumidor firme una orden de compra. Es habitual que en una visita no se venda solo un producto sino varios", alerta Irache.

Entre las ventas más habituales son las enciclopedias o colecciones editoriales de diversos temas, de forma que hay personas que piensan que se trata de una simple compra, pero en realidad es una suscripción por la que tiene que ir pagando cuotas periódicamente y los costes finales son mucho mayores que lo que se paga en un primer momento.

Algunos consumidores han dado de baja la suscripción tras más de diez años y han llegado a pagar por ella más de cinco mil euros.

También se dan ventas de productos sanitarios o de higiene. Así, una persona compró un aparato de presoterapia, una faja, extensores, un colchón y un humidificador, por más de 4.000 euros. Reclamó su cambio porque a su parecer los aparatos no funcionaban de forma correcta.

Aunque no es lo más habitual, también se están dando visitas de comerciales de compañías telefónicas que ofrecen condiciones muy atractivas, pero en algunas ocasiones no se cumplen. Cuando el consumidor se ha quedado con un documento que demuestra estas condiciones prometidas, las compañías se ven obligadas a cumplirlas o a permitir que el consumidor pueda irse a otra sin cobrarle ninguna permanencia.

Irache informa de que en este tipo de ventas el consumidor tiene catorce días desde que recibe el producto para echarse atrás, según recoge la normativa sobre consumo. Debe dirigirse de forma fehaciente a la empresa para comunicar que ejerce este derecho y cancela el contrato.

Con todo ello, la asociación de consumidores recomienda a la ciudadanía que, ante una visita de este tipo en su domicilio, no firmar nada, exigir que la persona se identifique, no facilitar ningún dato ni documento personal, mucho menos datos bancarios, cerrar la puerta si se siente presionado.

Si un producto le puede interesar, exigir la información y las condiciones de la oferta en papel, pero nunca firmar nada; asesorarse posteriormente con la información facilitada antes de tomar una decisión; y si se ha firmado algo, buscar orientación legal cuanto antes. Ante la duda, hay catorce días desde que se recibe el producto para echarse atrás, que se debe de hacer por un medio en el que quede constancia, nunca de forma telefónica. 

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