Los de Jagoba Arrasate han aterrizado en Noáin a las 12:00 horas para tomar un bus rumbo a Tajonar. El técnico de Berriatua ha dirigido una sesión en la que no se han visto caras de felicidad tras dejar una mala imagen contra el submarino amarillo. Son ya cuatro las jornadas en las que Osasuna no ha conseguido sumar de tres, por lo que la cita frente a los pericos comienza a tomar tintes de manifiesta relevancia.

A pesar de la necesidad de volver a sumar ante su afición, los rojillos no deberían impacientarse, algo que podría conllevar la pérdida de su esencia en el juego. Tan solo faltará Rubén Peña por sanción. Arrasate cuenta con innumerables variantes para sorprender a su rival en forma de piezas y esquemas.

Esta mañana, el equipo se ha divido en dos grupos de trabajo en función de los minutos que disputaron los jugadores en el partido. Los futbolistas que fueron ayer titulares han realizado una sesión de recuperación, mientras que el resto han entrenado con ejercicios de activación, técnica, posesión y fútbol.

Este miércoles el equipo volverá a entrenarse en la última sesión de preparación antes de medirse al Espanyol. La sesión será vespertina a puerta cerrada en Tajonar.