Los alcaldes de Puente La Reina, Legarda y Obanos, localidades afectadas por un incendio que comenzó el pasado sábado y obligó al desalojo de los vecinos, han expresado la preocupación por las pérdidas económicas y medioambientales derivadas, para lo que piden ayuda al Gobierno foral, aunque no olvidan la repercusión emocional que todo ello conlleva.

Lo han dicho en declaraciones a los periodistas convocados en Obanos con motivo de la visita que la presidenta del Ejecutivo foral ha realizado a la zona para conocer los daños, acompañada por los representantes municipales.

El alcalde de Puente La Reina, Oihan Mendo, ha señalado que tras alejarse el peligro de la localidad, algunas de cuyas zonas más periféricas fueron desalojadas mientras se habilitaba el polideportivo para acoger a vecinos desplazados de otros lugares, ahora "toca hacer balance de las pérdidas".

Es el caso de los particulares, "que hayan podido perder vehículos, viviendas, campos de cultivo que estaban sin cosechar -tanto los que se han quemado como los que se han tenido que limpiar para evitar el avance del fuego".

Además, hay daños a nivel municipal, como el alumbrado público en Legarda, pero también general en jardines y masas forestales, "que son muy importantes como ingresos para los Ayuntamientos", que ha calculado en "cientos de miles de euros".

"No me quiero olvidar de las pérdidas ecológicas, de bosques que podían tener 500 años, bosques autóctonos y también masas forestales de pino que también tienen su valor ecológico", ha apuntado Mendo.

El alcalde de Legarda, Silvestre Belzunegui, ha relatado la desolación de la localidad, donde "conseguimos salvar la mayoría del pueblo, pero lamentablemente se ha quemado el 95 % del término municipal", ha dicho en referencia a los campos y términos del municipio fuera del casco urbano.

Por ello, ha explicado que han pedido a Chivite ayudas para particulares y ayuntamientos "por unas pérdidas de ingresos y por esa pérdida de valor ecológico que es muy importante. Habrá que hacer una evaluación y ver cómo podemos levantarnos y empezar de cero, por lo menos en Legarda", ha reconocido.

También en Obanos su alcaldesa, Arantxa Hernández, ha relatado la angustia vivida el sábado, cuando "nos llegó el fuego sin aviso y nos encontramos en cuestión de media hora con todo el pueblo como una ratonera".

Ha reconocido la dificultad para gestionar la situación por la falta de efectivos y su tardanza en llegar a la localidad, "siendo conscientes en cualquier caso de que media Navarra estaba en esta situación, pero desde luego que a Obanos no nos dio tiempo a prepararnos para ello".

AL respecto, ha valorado la "voluntad" y "solidaridad" de los vecinos y vecinas del pueblo, que tuvieron que desalojar por el riesgo que suponía la cercanía de las llamas, "porque en cuestión de media hora el pueblo estaba completamente rodeado de fuego", y buena parte se marchó a las instalaciones ofrecidas por Puente La reina mientras otra parte se quedaba a frenar el avance del incendio.

"Gracias al pueblo tenemos pueblo, porque se volcaron, trabajaron mucho", ha dicho muy agradecida a la ciudadanía de Obanos su "valentía, esfuerzo y solidaridad", que ha logrado que el casco urbano siga "súper bonito, pero tenemos el 90-95 % de los alrededores quemado".

Por ello, ha coincidido en esperar "ciertas ayudas por parte del Gobierno de Navarra y creemos que están en esa línea de apoyo y ayuda. Ahora estamos valorando los daños, tanto a nivel municipal como particular".

Después, solo queda "intentar empezar de cero. Lo material está ahí pero también lo emocional. Los vecinos están todavía con el susto metido en el cuerpo y lo que estamos intentando es calmar la situación y ver por dónde podemos ir para mejorar lo que ha pasado", ha zanjado Hernández.