Osasuna ve con optimismo la visita del Sevilla. Los últimos resultados han dado alas a un equipo muerto psicológicamente que supo levantar la cabeza tras un bache que encendió las alarmas de la entidad. Todo ello ya es pasado y Osasuna afronta la primera cita de febrero con ganas de ofrecer a su afición una gran noche.
Por ello, el equipo ha pisado el césped del reformado estadio para comenzar a empaparse del ambiente que vivirá dentro de tres días.
Arrasate ha preparado una sesión que ha constado de ejercicios para la mejora de la técnica de sus jugadores antes de disputar varios partidos en los que el técnico ha hecho pruebas con sus pupilos.
No han participado con el grupo Aridane y Kike Barja, cada uno dentro de su fase de recuperación de sus lesiones musculares. Por su parte, Areso continúa realizando trabajo de rehabilitación y Oier prosigue cumpliendo el protocolo sanitario.
Mañana, el equipo se ejercitará en Tajonar a partir de las 11:00 horas en un entrenamiento que será a puerta abierta para el público.