El Barça olvidó sus dos últimos reveses consecutivos y volvió a la senda de la victoria tras imponerse este martes de forma convincente por 79-68 al Partizán Belgrado serbio, en un partido en el que le costó arrancar y que decidió tras el descanso.
El equipo de Sarunas Jasikevicius volvía al Palau Blaugrana tras dos ajustadas derrotas a domicilio ante el Anadolu Efes turco, en la máxima competición continental, y en el derbi ante el Joventut, en la Liga Endesa, un nuevo frenazo en su campaña que no fue a más ante los de Zeljko Obradovic que plantaron batalla hasta el descanso.
Los primeros 20 minutos estuvieron marcados por la igualdad. El equipo visitante dio la cara desde su trabajo defensivo, pero en cuanto su rival comenzó a coger ritmo ofensivo, se fue deshaciendo y no pudo evitar que se distanciase de forma clara en el marcador.
El Barça lame sus heridasEl buen inicio de James Nunnally (7 puntos) avisó de una noche complicada para el Barça si no daba con la tecla en ataque. Esta faceta le volvió a costar al conjunto catalán, mal desde el triple (8/25), pero que castigó en el rebote a un Partizán al que apabulló en la 'pintura' en los dos lados (40 a 30, con 14 ofensivos).
Pese a ello, las primeras ventajas en el electrónico fueron para los visitantes, aunque no atemorizantes. El equipo serbio llegó a dominar 17-23 al inicio del segundo cuarto, pero ahí comenzó la reacción blaugrana, avivada por los triples (Abrines y Higgins) y la energía que aportó Da Silva.
Una de las pocas acciones de Laprovittola en este primer acto cerró un parcial de 11-0 (39-30) que volteó un partido que ya no se volvería igualar en la reanudación cuando volvió la mejor versión del base argentino.
El Barça lame sus heridas - Foto: Quique GarcíaEntre él y Kalinic, que pareció haber resuelto sus diferencias con Jasikevicus, aceleraron el ataque local y el Barça se escapó en el marcador de forma ya casi definitiva ante un Partizán donde sólo daba la cara Andjusic.
Con nueve de sus 13 puntos y cinco de sus seis asistencias, Laprovittola lideró el arreón que descabalgó del encuentro al conjunto de un Obradovic desesperado con los suyos que afrontaron los diez minutos finales muy abajo (64-49).
El conjunto catalán continuó dominando un duelo que sirvió para ver la vuelta a pista a Kyle Kuric pese a que pagó cierta sequía ofensiva que permitió que los visitantes se pusiesen con alguna opción a falta de dos minutos (74-66), aunque no hubo más emoción y los locales firmaron su sexta victoria europea.