El edificio, de planta baja y tres alturas, data de 1917, no estaba habitado, se encontraba fuera de ordenación y tenía un alto grado de deterioro.
Para llevar a cabo estos trabajos se han tomado las necesarias medidas de prevención, dada la proximidad de otros inmuebles a la zona del derribo. Se ha colocado, por ejemplo, un andamio perimetral con una red tupida exterior para evitar la caída de elementos que puedan impactar en esos edificios y se busca minimizar la afección del polvo del derribo mediante el riego y una valla de dos metros de altura.
El presupuesto del derribo es de 143.000 euros, después del incremento generado por la aparición de fibrocemento y escombro mezclado, que necesitan de tratamientos especiales. El derribo se va a llevar a cabo por medios manuales, elemento a elemento, y por medios mecánicos, derribando hacia dentro del edificio, ha explicado en una nota el Ayuntamiento de Pamplona.
Una vez generado el solar tras el derribo del inmueble, se llevarán a cabo los trabajos de urbanización de la zona para crear una plaza peatonal. Se revisarán las instalaciones soterradas y se pondrán nuevas arquetas y conductos para que se oculten las infraestructuras aéreas existentes de telefonía y electricidad. El desnivel entre la calle Joaquín Beunza y la nueva plaza se salvará mediante escaleras y una rampa. La nueva plaza se completará con mobiliario urbano, bancos y una renovación completa de la iluminación eliminando las farolas en las fachadas.