Los hombres dirigidos por Javi Gracia se vieron en la obligación de vencer a los andaluces y, además, esperar un resultado favorable a sus intereses en otro de los partidos de aquella jornada, algo que no sucedió y que empujó a Osasuna hacia el infierno de la Segunda categoría. Ocurrió el 18 de mayo de 2014 y era la última jornada de aquella campaña.

El tempranero gol de Oriol Riera en el minuto 12 propició una celebración que derivó en una avalancha en Graderío Sur y que dejó varios heridos tras ceder la valla de dicha grada. El choque se detuvo más de media hora, mientras jugadores de ambos equipos se acercaron a ayudar a los aficionados que salieron mal parados del episodio.

El paraguayo Acuña hizo el segundo tanto minutos después. Chica recortó distancias para un Betis descendido desde hacía varias semanas. Los de Tajonar contaron con el apoyo y la animación de los casi 20.000 rojillos que se dieron cita en El Sadar para despedir a su histórico capitán, Patxi Puñal.

El centrocampista dejó atrás la disciplina de Osasuna tras 17 temporadas y más de 500 partidos vistiendo la elástica del equipo de su vida. Las lágrimas inundaron la cara del futbolista de 38 años tras los 90 minutos. "Mi carrera no ha sido fácil, más bien durilla, pero no sabía que lo más duro me lo guardaba para el final", afirmó tras el choque.

Esta fue la última ocasión en la que Osasuna ganó al Betis en la máxima categoría. Seis derrotas y un empate es el pobre bagaje hasta ahora.

Ambos clubes coincidieron la siguiente temporada en Segunda. Osasuna se llevó la ida gracias a un 3-2, mientras que la vuelta cayó del lado verdiblanco con un contundente 3-0 en Sevilla.

Este sábado se verán las caras dos entidades ahora asentadas en Primera y con objetivos bien distintos. Los de Manuel Pellegrini luchan por colarse en la Champions League y los de Jagoba Arrasate, salvados virtualmente, buscarán engordar sus buenos números lejos de casa.