La asociación Irujo Etxea de Estella ha homenajeado al historiador y filósofo Jon Oria Osés (1931-2016) "por su gran labor cultural y de divulgación" de esta localidad. En el acto se ha colocado una placa de recuerdo en la que fue su casa en la Ciudad del Ega, en la plaza de Santiago.
Koldo Viñuales, presidente de Irujo Etxea, ha afirmado que "es necesario dar reconocimiento a su figura en una ciudad en la que sus vecinos y vecinas ilustres no tienen el reconocimiento que sí reciben otras figuras importantes en otras ciudades".
En el acto han participado familiares del propio Oria, también Unai Hualde, presidente del Napar Buru Batzar y del Parlamento de Navarra; la parlamentaria foral de Geroa Bai Blanca Regúlez, así como Pablo Ezkurra, concejal de Geroa Bai en el Ayuntamiento de Estella y miembro de la Junta de Irujo Etxea, y Anika Luján, de la Junta de la Asociación. También se han dado cita para recordar su figura representantes de Nabarralde y el Grupo Cultural Enrique II de Albret de Sangüesa-Zangoza.
Oria realizó sus estudios en diversas universidades inglesas, desde que en 1973 ingresara en la de Nottingham. Posteriormente se trasladó a Cambridge donde trabajó en su tesis doctoral sobre el pensamiento filosófico místico de la Reina Margarita de Navarra (1492-1549) "convirtiéndose en una de las figuras centrales de sus estudios a lo largo de su vida", ha subrayado la asociación en una nota.
Entre los méritos destacados por Irujo Etxea se han señalado, además de sus estudios universitarios en Reino Unido, la capacidad para los idiomas de Oria que hablaba "alemán, griego, italiano, francés, inglés y castellano, junto con las lenguas clásicas de latín y griego". También han explicado desde Irujo Etxea qué en las últimas investigaciones, Oria "denunció la usurpación de los Borbones del título de Príncipe de Viana junto con los estudios de Shakespeare y su vinculación con la corte navarra y donde naciera la famosa frase 'algún día Navarra será el asombro del mundo'".
Viñuales ha recordado que Oria "amó como nadie su Nafarroa originaria y siempre afirmó su pertenencia a un pueblo y una cultura: la de Euskal Herria, que defendió con vehemencia, conocimiento y talento".
"A su tarea docente como historiador y escritor le unió una vocación plástica que dio origen a una singular y muy estimable colección de esculturas. Lógicamente, en su plástica siempre había ecos de su preocupación social y política. Así construyó en tierras levantinas el más grande escudo de Navarra hecho en cerámica que se haya visto porque, eso sí, aunque casi nunca vivió en su tierra, su tierra siempre le acompañaba", ha resaltado.