El técnico de Berriatua se ha puesto el chubasquero para dirigir a su plantilla a tres días de viajar a Madrid para medirse al cuadro blanco con la ilusión de puntuar en una de las plazas más complicadas de la Liga y que todavía nadie ha logrado tomar.

Para ello, Arrasate ha probado este jueves con una defensa de cinco futbolistas durante el partido disputado en Tajonar. Nacho Vidal, Unai García, Aridane, Herrando y Manu han sido los primeros. En la segunda mitad del choque, Rubén Peña, Pablo Ibáñez, David García, Juan Cruz y Barja han ocupado esa línea. El míster rojillo ha mezclado piezas que cuentan con más minutos con otras con menos protagonismo.

Por delante de ellos, tres compañeros ocupaban el mediocampo y dos la punta de ataque. Darko, Moncayola y Aimar, primero y Torres, Torró y Aimar después. El 5-3-2 es una de las opciones que baraja el míster con el propósito de blindarse frente a los Vinicius, Benzema o Rodrygo. La idea de poner a cuatro centrocampistas y un delantero, también entra dentro de las posibilidades.

No se trata de una apuesta al azar. El curso pasado, Osasuna se plantó en la capital con una línea de cinco compuesta por Nacho Vidal, Unai García, David García, Juan Cruz y Manu Sánchez que resistió las envestidas merengues para acabar firmando el empate a cero. Por tanto, no parece descabellado que este planteamiento se vuelva a producir.

Más allá de sistemas y suposiciones, Arrasate y Osasuna son sabedores de la cómoda situación que atraviesan en Liga, por lo que los pupilos del conjunto navarro saldrán a jugar de tú a tú a un Real Madrid líder que no contempla caer en su estadio ante un equipo con objetivos completamente diferentes a los suyos.