La vía que lleva al progreso

C. Cuesta (SPC)
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El sector de la logística es el más importante en cifras de negocio en España, con una facturación que superó los 123.000 millones en 2020 y que emplea a día de hoy a un millón de trabajadores

La vía que lleva al progreso

El sector de la logística es uno de los indicadores más importantes que indica la situación de expansión de una compañía de cara a futuro. Los auditores cada día centran más sus análisis en los datos de entradas y salidas de mercancías como el termómetro que les muestra la tendencia de progreso y rentabilidad.

Se trata de un parámetro que ofrece con una gran exactitud la fotografía de crecimiento económico del tejido empresarial en base al movimiento de cargas y, especialmente a su facturación.

La actividad logística se vio muy afectada por la COVID-19 y en los años posteriores. Aunque aún no llega a las cifras prepandemia, dadas las dificultades que se registraron en la reactivación de la industria y el comercio, que se vieron muy afectados por la escasez de materias primas y de abastecimientos, se puede señalar que estos segmentos están ya cogiendo velocidad de crucero.

En cifras de facturación, los analistas sostienen que el sector de transporte de mercancías es el más importante en términos de cifra de negocios y, según el último informe de Logística en España de 2020 de Esic Business & Marketing School, generó 123.000 millones de euros en 2019, lo que representó un aumento del 2,8% respecto al ejercicio anterior. 

Actualmente, en España hay alrededor de 200.000 empresas que se dedican a la actividad del transporte, pero el gremio está muy fragmentado, con una gran cifra de pymes en un mercado tremendamente competitivo en el que las cinco organizaciones más importantes en el país son Correos, DHL, SEUR, MRW y Amazon Logistics.

Se trata también de un mercado estratégico que, en términos laborales, da empleo a alrededor de un millón de profesionales de forma directa en España y un número mayor, incluso, de trabajo indirecto. 

Los economistas destacan que una de las cualidades más importantes de esta industria es que las organizaciones que existen en España están tremendamente diversificadas en sectores tan diferentes como el transporte de mercancías, almacenamiento, distribución, manipulación de materiales, logística inversa y urbana. 

Haciendo una comparativa con los países de la eurozona, según los datos de Eurostat para 2020, el sector de la logística en España representó el 3,7% del PIB del país, lo que está por debajo de la media de la UE-27 (4,1%) pero, en términos de empleo, España se encuentra por encima de la media de la UE-27, con el 4,5% de la población activa trabajando en esta actividad, en comparación con el 3,9% de media en la UE-27. 

En cuanto a la facturación del sector, las empresas que trabajan en España están aún por detrás de países como Alemania, Francia y el Reino Unido debido, esencialmente, al tamaño de las corporaciones que se alejan de las cifras de productividad y competitividad de otros países de la eurozona.

El sector del transporte tiene una importante presencia no solo en España sino también en su expansión internacional gracias a su ubicación geográfica estratégica, lazos históricos y unos menores costes.

 Los principales mercados para el sector nacional son en este orden, Europa, América Latina, Asia, Estados Unidos y África. La mayoría de los envíos internacionales de España tienen como destino otros Estados comunitarios, ya que se encuentra en el centro geográfico de Europa y cuenta con una red de transporte desarrollada. Además, los principales socios comerciales del país en Europa son Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.

A nivel global y de facturación, las áreas más influyentes del sector logístico y las más competitivas son China, Estados Unidos, Alemania, Japón y Países Bajos. Estas naciones cuentan con importantes centros de producción, consumo y tránsito, y sus empresas son líderes en un mercado globalizado que no tiene fronteras.

En resumen, en la actualidad, el gran desarrollo de la tecnología, la digitalización, los satélites, la automatización o la inteligencia artificial han posibilitado optimizar al máximo las rutas del transporte y todas las facetas de la logística por tierra, mar y aire consiguiendo cifras de entrega inimaginables y, sobre todo, con unos menores costes que están permitiendo el desarrollo gigantes del comercio electrónico muy rentables de China y EEUU.