La Agrupacion de Policía foral (APF) ha denunciado la agresión sufrida en la madrugada de ayer por una patrulla del cuerpo en las inmediaciones de Etxarri Aranatz, contra cuyo vehículo se lanzó una botella de vidrio que atravesó el habitáculo y salió por otra ventanilla tras romper el blindaje.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo 6 de diciembre en la carretera N-2410 cuando una patrulla de la comisaría de Alsasua transitaba por las inmediaciones de Etxarri Aranatz y se disponía a actuar contra un grupo de jóvenes que caminaba con botellas en la mano.

Agreden con una botella a una patrulla de Policía Foral

"De manera sorpresiva, uno de esos jóvenes arremetió contra los tres integrantes de la patrulla, que se encontraban en el interior del coche, arrojándoles una botella de pacharán por la ventanilla del conductor. La botella, de cristal grueso, entró por esta ventanilla, que se encontraba bajada hasta su mitad, y, tras rozar la nuca del compañero que conducía, atravesó el habitáculo interior y golpeó con tal virulencia en la ventanilla trasera derecha que logró romper el semiblindaje que incorpora", relata en una nota la APF.

Tras ser reducido y detenido, el agresor fue trasladado a la comisaría de Pamplona, donde se le instruyó un atestado por homicidio en grado de tentativa a agente de la autoridad, delito leve de lesiones, delito leve de daños y delito de resistencia a la autoridad.

El detenido fue puesto a disposición judicial ayer mismo, mientras que el agente herido se encuentra de baja.

Con todo ello, ante la "enorme gravedad de estos hechos", la APF muestra su "solidaridad" con los integrantes de la patrulla, que han señalado que si la botella les hubiera golpeado en el rostro o en la cabeza las consecuencias hubieran sido muchísimo más graves.

Además, exigen al Gobierno de Navarra y al Parlamento la "rotunda condena de estos hechos violentos, que no tienen cabida en la sociedad navarra", y advierten que sería "inadmisible" que "las más altas instancias forales no respaldaran, siquiera con la palabra, a unos trabajadores públicos en la labor que tienen encomendada".

Por otro lado, instan a una reflexión a "cierta parte de nuestra sociedad, incluidos algunos partidos políticos", que a su juicio "deben recapacitar sobre determinados mensajes suyos en los que dudan de la profesionalidad y la necesidad del trabajo policial, o cuando miran hacia otro lado en la celebración de actos en los que se denigra a nuestra profesión".

"La convivencia ciudadana exige que todos nuestros representantes públicos muestren un posicionamiento claro e inequívoco contra el odio y la violencia", subraya la APF.