Madrid y Valencia, en el foco de Ferraz

Agencias-SPC
-

El PSOE confía en remontar el vuelo en las elecciones municipales y autonómicas después de las duras derrotas en Castilla y León y Andalucía y pone la vista en dos plazas que resultan decisivas

Juan Lobato (i) y Ximo Puig (d) - Foto: EFE

El PSOE puso esta semana rumbo a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 con el inicio del proceso de primarias en algunos ayuntamientos y comunidades autónomas y con dos grandes retos: recuperar Madrid y mantener el Gobierno valenciano, uno de los más amenazados por el PP.

La celebración del Consejo Político Federal, que reunió el pasado sábado en Zaragoza al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con los barones socialistas, sirvió para empezar a trabajar los contenidos de los próximos programas electorales, pero fue sobre todo un acto simbólico.

El propio Sánchez dijo que el objetivo era mostrar «la fortaleza de un partido en forma, unido, que sale en todos y cada uno de los municipios y de los territorios a ganar las elecciones y a ser la primera fuerza política en este país».

Y es que Ferraz quiere evitar a toda costa un nuevo traspié tras su derrota en las autonómicas del pasado mes de febrero en Castilla y León y, sobre todo, después del mazazo sufrido en junio en Andalucía, tradicional feudo socialista donde el PP ganó por mayoría absoluta.

La debacle fue un revulsivo para Ferraz, que en julio renovó a sus portavoces y a otros cargos de responsabilidad tanto en la Ejecutiva como en el Congreso.

Ahora el gran reto es mantener estos buenos ánimos hasta la celebración de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 y de las generales, previstas para finales de ese año, y convencer al electorado de que el PP de Feijóo «no es lo que parece».

Ante la primera cita con las urnas, el PSOE juega con la baza de que actualmente tiene mayor poder territorial que su rival. De hecho, en el caso de las regiones, los progresistas cuentan con nueve presidentes y dos vicepresidentes.

El proceso de primarias acaba de arrancar, si bien no se celebran en las comunidades gobernadas por los socialistas: Aragón (Javier Lambán), Asturias (Adrián Barbón), Baleares (Francina Armengol), Canarias (Ángel Víctor Torres), Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page), Extremadura (Guillermo Fernández Vara), La Rioja (Concha Andreu), Navarra (María Chivite) y Comunidad Valenciana (Ximo Puig).

En todas estas aspira a repetir mandato, aunque es consciente de la necesidad de que los partidos a su izquierda sumen, así como de la presión que el PP está ejerciendo en Aragón y principalmente en Baleares y la Comunidad Valenciana.

De hecho, fuentes socialistas reconocen que una de las grandes batallas se librará en la Comunidad Valenciana, donde la coalición con Compromís ha jugado una mala pasada al PSOE, especialmente tras la imputación de la exvicepresidenta Mónica Oltra por el supuesto encubrimiento de los abusos sexuales por parte de su exmarido a una menor tutelada por la Generalitat. Pese a ello, en el PSOE aseguran que Puig «está fuerte» y confían en que siga al frente del Gobierno tras las elecciones.

Donde sí habrá primarias será en las regiones de Murcia, Cantabria y Madrid, una de las plazas más deseadas para el PSOE y en la que el candidato es el líder del PSOE-M, Juan Lobato, que se ha quedado sin rivales. 

Sánchez apostó directamente por él durante su intervención en el Consejo Político Federal del PSOE al señalarlo como futuro presidente de la Comunidad de Madrid.«Vamos a ayudarte, necesitamos al socialismo en Madrid también», le dijo.

Muchas 'quinielas'

La principal incógnita sigue siento la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, otro de los centros de poder que más se le resisten a los socialistas (desde 1989), pero donde en esta ocasión la dirección regional está marcando la estrategia a Ferraz, que aceptó, por ejemplo, retrasar las fechas de las primarias a noviembre.

Hace unos días, Lobato anunció que el cabeza de cartel está decidido, algo que no ha sentado demasiado bien en la cúpula socialista. O eso es lo que señalan algunos medios, que indican que hay un amplio abanico de candidatos de mucho peso: el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la titular de Defensa, Margarita Robles; la ministra de Justicia, Pilar Llop (sonó con fuerza para la Comunidad cuando Isabel Díaz Ayuso activó el botón del adelanto electoral) o el responsable de Presidencia, Félix Bolaños, que empezó su carrera política en el PSOE-M. 

Todos estos nombres no provocan excesivo entusiasmo a la Ejecutiva autonómica, pues entienden que los candidatos externos no funcionan. Y se remiten a las últimas cuatro citas con las urnas: el exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández, el economista y analista político Antonio Miguel Carmona y el expresidente del Consejo Superior de Deportes Jaime Lissavetzky.

La semana pasada saltó a la palestra el nombre del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, que ya fue candidato de IU en 2015. El secretario de Organización de los socialistas, Santos Cerdán, lo descartó de inmediato: «Hombre, por favor. Ocurrencias ninguna». 

Lo que ha sorprendido a muchos ha sido que, en principio, se quedara fuera la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, que parecía la candidata número uno. Mar Espinar, portavoz del PSOE en el Consistorio y favorita de Lobato, parece la mejor colocada. Pronto se sabrá.