La 'fotosíntesis' de la enseñanza

EFE
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El maestro Nino Cervera firma '¿Eres el profesor que te hubiera gustado tener?', una guía práctica destinada a docentes y a personas interesadas en la Educación

La ‘fotosíntesis’ de la enseñanza

Nino Cervera, un maestro cuyos vídeos en redes se han hecho virales, acaba de publicar su primera obra, ¿Eres el profesor que te hubiera gustado tener? (Plataforma Editorial), una guía práctica con técnicas para aplicar en clase y en donde advierte de que un maestro quemado y desmotivado puede arruinar la vida a un alumno.

No estamos ante un libro al uso, sino que busca ser un instrumento para inspirar y aplicar en el aula multitud de ideas y técnicas, de modo que desde la primera hasta la última página sea útil.

Cervera, que ejerce la docencia desde hace más de una década, confiesa su obsesión por la práctica, porque es «una parte que siempre me falta cuando leo un libro educativo». «Hay obras prácticas para todo, desde cómo maquillarte a hacer deporte o arreglar una mesa, pero me faltaba algo así en la docencia. Creo que hacen falta dos cosas: inspiración para proteger y ensalzar esta profesión tan valiosa y, en segundo lugar, práctica, práctica y práctica», subraya este especialista en innovación y nuevas metodologías.

Tras afirmar que su profesión es la más importante de la Humanidad junto a las de la salud, este profesor de Geografía e Iniciativa Emprendedora añade que cuando planifica su clase reflexiona sobre cuál es el objetivo de la misma, «qué se van a llevar los alumnos, qué van a sentir y qué van a recordar». «No hay que ser transmisores de información, porque eso ya está, tenemos que ser guías, acompañantes, entrenadores...», añade.

Ante todo, defiende, se deben priorizar los contenidos, ya que el currículo escolar es «muy extenso y nunca da tiempo a terminarlo; el programa marca lo que tienes que impartir, pero tú puedes decidir cuánto tiempo dedicar a cada cosa. A las personas que dicen que dejar de dar algunos contenidos es bajar la calidad, yo les haría un examen de lo que aprendieron en Primaria a ver qué nota sacarían hoy».

«¿De qué sirve tener todos esos niños sentados en una silla si luego no saben empatizar, hablar en público, trabajar en equipo o cuidar de una planta aunque han estudiado la fotosíntesis durante años. ¿Qué es más importante saber patinar o saberlo todo sobre el patinaje?. Yo elijo del temario lo que considero vital para mis alumnos y lo explico de una manera más práctica, útil», expone el canario, esbozando una sonrisa sin dejar por ello de ser absolutamente tajante en su afirmación.

«Enseñar -continúa- no significa que el alumnado lo aprenda. A lo largo de los años se ha dado cuenta de que por hablar en clase durante un mes del Barroco, no quiere decir que lo hayan aprendido. Si ellos no lo aprendieron, tú no lo enseñaste», insiste.

Se le ve autoexigente a Cervera, aparte de enamorado de su profesión. Por eso ve «muy triste» que un profesor abra su aula a los 23 años y la cierre a los 65 sin que nadie le haya evaluado o fiscalizado. «Puedes hacer lo que te dé la gana que, a no ser que sea muy grave, tú sigues en tu puesto. Si una enfermera extrae mal sangre y le gangrena el brazo a un paciente, la despiden, a mí no».

Por impregnación

Defensor de la experimentación y el aprendizaje por impregnación, opina que los profesores deben ser vocacionales: «No hay peor trabajo en el mundo que tener a 30 personas delante con las que no quieres estar, día tras día, seis horas cada día. Tú lo vas a pasar mal y, segundo y más importante, igual que un médico puede fastidiar la salud a un paciente, un mal profesor puede fastidiar el futuro de un joven;para toda la vida». «Al final esto conduce a la desmotivación absoluta y a que quizá una persona llamada a curar el cáncer no estudie Medicina porque su profe de Biología se limitaba a sacar un libro en clase y no hacía prácticas», ejemplifica con el docente.

Uno de los problemas que detecta Cervera, más conocido como @ninoceronte en Instagram, es que no se ejercita la escucha: «Escuchamos para responder, no para entender. En clase tenemos una oportunidad única, porque nuestros alumnos serán el futuro y, en vez de detenernos en sus demandas, realidad e intereses, les soltamos el mismo rollo año tras año. Si tuviera que introducir una habilidad al profesorado sería la escucha activa para entender».

¿Pero a quién va dirigido este libro? «A profes y a futuros profes en un 80 por ciento. Pero puede servir también a familias y a personas interesadas en la Educación».