La tómbola de Cáritas ha abierto sus puertas este sábado con su formato y premios habituales después de dos años condicionada por la pandemia, un elemento que como el vallado del encierro que esta misma semana ha comenzado a instalarse anuncia la llegada de los próximos Sanfermines, en los que es referencia y punto de cita.

Y es que la tómbola, que se instaló por primera vez en 1945, ha conseguido sin duda a lo largo de estos años ser es un lugar al que pamploneses y visitantes de todas las edades acuden con la ilusión de que le toque algo, pero sabedores también muchos de ellos de que el dinero que gasten servirá a Cáritas para sus distintos programas de atención a personas vulnerables, unas necesidades incrementadas ahora por la guerra en Ucrania, a donde ha enviado de donativos navarros 411.000 euros.

Abre la tómbola, otro paso de cara a San Fermín

Según ha comentado minutos antes de la inauguración el director de Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela, Ángel Iriarte, son dos millones de boletos al precio de un euro los que esperan ser vendidos hasta el próximo 15 de julio, cuando la tómbola bajará de nuevo la persiana hasta el próximo año.

Con ellos se recuperan los tres tipos de premios que tradicionalmente ha ofrecido la tómbola de Cáritas: los premios directos, con 300.000 boletos; 500.000 "reúna" para poder retirar diferentes productos según se disponga de 5, 10, 20 ó 30 boletos con esta inscripción; y 1,2 millones de boletos que entran en posteriores sorteos semanales.

Entre los principales premios directos hay 5 coches, y además en esta edición se incluyen 20 vales para compras por importe de 2.500 euros en comercios del Casco Antiguo que se sortearán en sucesivas semanas y cuyos números agraciados se podrán consultar en la web www.caritaspamplona.org.

De la pandemia queda la posibilidad de pagar con tarjeta los boletos, que mantienen el precio del año pasado y que, como es habitual, una vez cerrada la tómbola se podrán canjear por los premios que contengan en las oficinas de la calle San Antón hasta mediados de agosto.

Para esta tómbola de 2022 Cáritas ha contado con la colaboración de Smurtif Kappa Sangüesa, que ha donado 20.000 bolsas reciclables para retirar premios, y de Reybesa, que ha cedido al carretilla para la carga y descarga de los 37 módulos que componen la nueva estructura de la instalación, diseñada en su totalidad por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra .

Cáritas por su parte ha adquirido los premios que entregará a partir de hoy a diferentes proveedores ya que los hay de muy distintas categorías: alimentación, hogar, tecnología, deporte, ocio o automoción, entre otras.

Los criterios que tiene en cuenta a la hora de seleccionar los premios es que sean de actualidad (como patinetes eléctricos), consumibles (como productos de alimentación) y fáciles de disfrutar (como desayunos, comidas, entradas de cine o noche de hotel).

Aprovechando la apertura de la tómbola, Ángel Iriarte ha presentado las cuentas de Cáritas correspondientes al ejercicio de 2021, en que los ingresos ascendieron a 6,24 millones y los gastos a 5,90.

En los ingresos destacan casi 2 millones de euros de aportaciones esporádicas, cerca de uno de aportaciones periódicas y 1,39 millones de herencias, mientras que la tómbola, limitada por al pandemia, supuso 597.474 euros.

En el capítulo de gastos sobresalen con 1,23 millones de euros el centro ocupacional y con 1,16 millones las residencias y los pisos supervisados, 930.000 euros del programa de acogida, 434.000 de cooperación internacional y 259.000 del programa de acompañamiento.