El ingenio navarro no tiene fronteras tal y como se está demostrando durante los últimos días en París, donde se celebra la Cumbre Internacional de Biología Sintética. En ella hay dos equipos navarros participando, uno perteneciente a la Universidad Pública de Navarra y otro impulsado por El Planetario de Pamplona.
Ambos pretenden transformar el mundo con proyectos que tienen que ver con la economía circular y la salud mental, así como la utilización de las plantas para determinar la calidad del aire.