Un plato de museo

Agencias-SPC
-

La escultura desmontable de Joseba Lekuona está en las mesas de los mejores restaurantes

Un plato de museo - Foto: Jesús Diges

La escultura de una cabeza humana en mármol de Carrara preside la exposición Gestalt del artista Joseba Lekuona en Pamplona. Es una pieza atravesada por varios cortes horizontales y ondulantes que permiten «desmontarla», de tal forma que se convierte en una serie de pequeños platos que utilizan ya prestigiosos restaurantes en todo mundo.

Es una de las propuestas de este cantero navarro, nacido en Pamplona en 1972, que tiene una amplia experiencia en arte funerario, escudos heráldicos, reproducciones de capiteles románicos y restauraciones en enclaves tan emblemáticos como la fachada del Ayuntamiento de Pamplona, el Monumento a los Fueros o el monasterio cisterciense de Fitero.

Desde su taller en Urnieta (Gipuzcoa), en el que desarrolla desde 2006 su proyecto personal Hartea -unión de las palabras harria (piedra en euskera) y arte-, este artista comenzó a trabajar con el equipo de investigación del restaurante Mugaritz, de Errenteria, que buscaba nuevos materiales para crear soportes y formas de presentación de los alimentos.

La piedra, reconoce, no es el primer elemento que nos vendría a la cabeza a la hora de realizar una vajilla, pero «por otro lado tiene una serie de cualidades mecánicas y térmicas que lo hacen muy adecuado para este tipo de presentaciones de la comida, pues permite jugar con las temperaturas y mantener el calor durante mucho tiempo o, incluso, el frío».

«Podríamos tenerlo en un congelador y, cuando lo sacamos a la mesa, se escarcha con la temperatura ambiente. Para este tipo de nuevas formas de presentar es un material muy adecuado en la medida en que también tiene grandes cualidades estéticas», explica.

Así, junto al restaurante Mugaritz, comenzó a fabricar estas vajillas «escultóricas» de una manera casual, pero el éxito de su propuesta le ha llevado a desarrollar «toda una línea de trabajo».

Sus obras, que vende a través del Hotel María Cristina de San Sebastián, han sido adquiridas ya, entre otros muchos, por los cocineros Aitor Jerónimo Orive, del Basque Kitchen de Singapur; Hélène Darroze, para sus establecimientos de París y Londres; y Aithor Zabala, para el restaurante Somni de Los Ángeles (Estados Unidos). «Veo que a nivel internacional sí que tiene su mercado, su salida y su atractivo», destaca Lekuona.

Materiales olvidados  

Aunque sus piezas tienen una evidente utilidad práctica, este escultor respeta siempre el espíritu de Hartea, que es hacer arte en piedra: «es una de las características que busco a la hora de realizar mis obras, un tipo de material lo suficientemente especial, con unas características determinadas, que tenga una veta, que hable por sí mismo».

Para ello, utiliza elementos como el mármol de Carrara o piedra de Turquía, pero sobre todo piedra cercana, del País Vasco y Navarra, donde desde hace años trata de «redescubrir diferentes materiales que están muy cerquita nuestro, que permanecen olvidados y que ya casi ni se trabajan, porque es un oficio en el que quedamos pocos».

Así, está siempre ocupado en la búsqueda de «esos nuevos materiales, nuevos para mí, porque han estado ahí siempre, como podría ser el mármol de Igantzi o el mármol de Erasun, que son unas auténticas maravillas y que es una pena pero ya casi ni se trabajan», afirma.

Con estos mármoles y piedras, Lekuona quiere expresar «esa poesía de la materia y de la forma, ya que conseguimos que sea una pieza atractiva y que tenga una doble utilidad, la utilidad estética y en este caso, como vajilla, la utilidad culinaria y práctica».

«En la escultura, al igual que en la pintura, la luz es la materia prima fundamental», subraya el artista vasco, al que le gusta jugar con las diferentes texturas, más o menos rugosas, más o menos bastas, y crear contrastes con las pulidas superficies interiores.

Sus planteamientos pueden resumirse en el término Gestalt, que da nombre a la exposición que puede visitarse en la galería Ormolú de Pamplona. Según el Diccionario de la Lengua Inglesa Oxford, esta expresión se define como «un todo organizado en el cual cada parte individual afecta a cada una de las otras, siendo el todo más que la suma de sus partes».