Emilio Sagi, director de escena de numerosos y prestigiosos espectáculos, desde la zarzuela barroca hasta la ópera contemporánea, concede una entrevista al programa de la casa 'Cara a Cara', para tratar a fondo todo aquello que hay detrás de una producción teatral. Y, por supuesto, para hablar de su último éxito, 'La Bohème' de Giacomo Puccini, una obra que llenaba Baluarte este pasado fin de semana.

Una ópera en la que Puccini reflejó la bohemia de París de principios de siglo XX y construyó una historia universal haciendo un retrato de la juventud a través de las ilusiones, sueños y esperanzas de un grupo de bohemios. "La Bohème es una de esas óperas que te hacen envenenarte del género", afirma Sagi, "la puede entender todo el mundo y puede emocionar a cualquiera". 

El director de escena asegura estar "muy contento" de volver a Baluarte y es que su vida está en el escenario, "es mi profesión, lo que me da gasolina y donde me siento más feliz". 

"La ópera no es elitista, eso es un cliché antiguo"

"Es vital llenar el teatro pero no solo hay que dar al público lo que sabes que le va a gustar"

Emilio Sagi afirma que decidir la programación de un teatro "es lo más complicado" para un director de escena, "hay que hacer un balance entre lo artístico y lo económico. No se puede decir hago esto y después ya veremos cómo lo pagamos", explica. "Es vital llenar el teatro pero no solo hay que dar al público lo que sabes que le va a gustar sino también cosas nuevas para que conozca".

El presupuesto y la filosofía cultural que se quiere transmitir son "los puntos clave" en la elaboración de una programación, "piensas en el público y en que tenga un eco popular importante", dice Sagi. 

"La ópera no es elitista, eso es un cliché antiguo"

"Los teatros están haciendo una labor importante de descuentos que hacen que la ópera no sea elitista"

El director de escena desmiente que la ópera sea un espectáculo elitista, "son clichés que se remontan en una época pero que ya están pasando", afirma. Hace hincapié en la labor importante de los teatros a la hora de promover descuentos para facilitar el acceso a toda la ciudadanía.

Asimismo, Emilio Sagi insiste en otro de los clichés que ha acompañado a la ópera a lo largo de los años: "Ser un género grave". "Los directores de escena tenemos una gran labor ahí. Tenemos que darle la circunstancia y una modernidad para que al público de hoy en día le llegue esa emoción que tenía cuando se estrenó". Remarca también la importancia del tiempo al que cataloga como "un colador donde solo va quedando lo bueno" y apuesta por innovar sin miedos.

"La ópera no es elitista, eso es un cliché antiguo"

Para Sagi el arte también tiene margen de error: "Te puedes confundir muchas veces, nada es sagrado y todo puede pasar". Dejando claro que cada espectáculo "es un acto de amor al público al que no se le puede decepcionar nunca". "El público viene a disfrutar y eso es lo que le tienes que dar", añade.

Sobre su forma de dirigir, asegura que nunca ve las funciones desde la butaca: "Siempre estoy dentro, soy exigente pero no exigente dictador". 

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