Sánchez solo desclasificará Pegasus si lo reclama un juez

Agencias
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El Gobierno aleja la posibilidad de hacer públicos por iniciativa propia los informes secretos de las escuchas mientras ERC insiste en pedir transparencia y garantías de que no se repetirán

Sánchez desclasificará Pegasus si lo reclama un juez - Foto: Emilio Naranjo

Tras una semana de reproches políticos en sede parlamentaria y un cese, publicitado como «sustitución», en el corazón del CNI, Sánchez no descarta hacer públicos los informes secretos sobre el caso Pegasus, pero con una condición: que lo reclame la Justicia. Así, el Gobierno condicionó ayer la posible desclasificación de documentos sobre el espionaje a líderes independentistas a que haya una petición previa de un juez, alejando la idea de hacerlo de motu proprio.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, señaló que se han mostrado partidarios de desclasificar esta documentación «si, en el ámbito de la Justicia, así se nos demanda».

Respondió así al ser preguntada expresamente por si el Gobierno pensaba llevar a cabo esta publicación por su cuenta, y sin esperar a que se pronuncie un juez, dado que el Consejo de Ministros tiene la potestad para realizarlo.

Rodríguez defendió que el Ejecutivo ha mostrado una clara voluntad de abordar esta situación con transparencia, a través de las comparecencias parlamentarias de miembros del Gobierno y también en la comisión de secretos oficiales, donde la ya cesada como directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, compareció la semana pasada. También recordó que han ofrecido su colaboración al Defensor del Pueblo en la investigación que ha anunciado.

El pasado viernes, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, exigió que se desclasifique la autorización judicial del Tribunal Supremo que permitió que el CNI le espiara cuando era vicepresidente del Govern así como a cerca de una veintena de independentistas.

«Es imprescindible Habrá suposiciones, veremos intentos de justificarlo e intoxicaciones de todo tipo. Pero para ejercer mi derecho de defensa, exijo que se desclasifique la autorización judicial y saber los motivos que les llevan a avalar un espionaje a un adversario político», reclamó en una entrevista.

Días después, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se mostró a favor de que el Ejecutivo desbloquease dichos documentos del CNI relativos a estas escuchas, aunque también con la salvedad de que lo solicitase un juez.

«En lo que a mi respecta, ya que es una decisión que tendrá que tomar el Gobierno si lo pide algún juez, yo estaría encantada porque los ciudadanos tienen derecho a saber», precisó. Es más, mostró su esperanza de que «algún día se desclasifique» para que los españoles «sepan de verdad cómo se actúa con arreglo a la legalidad».

Restaurar la confianza

Mientras, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, mantuvo sus exigencias al Ejecutivo y reclamó a Pedro Sánchez que, si quiere «restaurar la confianza dañada» con su partido, empiece a ser transparente, asuma responsabilidades «proporcionales» al resultado de la misma y ofrezca garantías de que el espionaje no se repetirá.

En una conferencia durante un desayuno-coloquio, Junqueras aludió al caso Pegasus, que ha derivado en una congelación de relaciones por parte de la Generalitat respecto al Gobierno, y sugirió que «es imposible fijar cuál es el nivel de asunción de responsabilidades imprescindible hasta que no sepamos con detalle qué ha pasado».

«¿Estamos ante la punta del iceberg, ante un iceberg entero o ante una colección de icebergs?», se preguntó el dirigente republicano, que lanzó varias exigencias al Ejecutivo. «¿Cuánta democracia está dispuesto a vende alguien para preservar su modelo de Estado, para preservar sus privilegios?», señaló, haciendo, no obstante, una defensa a ultranza de la negociación como «instrumento político útil para resolver conflictos políticos».

Las garantías de éxito de la mesa actual Estado-Generalitat dependen, manifestó, «de la buena voluntad, la sinceridad, la razonabilidad y el esfuerzo de cada una de las partes», pero lamentó que «desgraciadamente todos constatamos que la contraparte (del Gobierno) tiende a arrastrar los pies y a tener un interés escaso o, al menos, claramente insuficiente». 

Aún así, apuntó, «eso no quiere decir que la negociación deje de ser útil». «Acabará siendo imprescindible y útil», se mostró convencido Junqueras. «Se concretará de maneras muy diversas, en momentos diferentes, se sentarán representantes diferentes, lo que sea. Pero la negociación seguirá siendo relevante, porque sabemos que la independencia de Cataluña depende del reconocimiento internacional», sentenció.