Como cada último domingo de febrero, la localidad navarra de Arróniz ha celebrado su tradicional Día de la Tostada. Se trata de una fiesta denominada de interés turístico de Navarra y que cada año reúne a cientos de personas que no quieren dejar de probar el llamado 'oro líquido'. Se trata del aceite de Trujal de Arróniz, un producto autóctono y que no pasa para nada desapercibido, ya sea de la zona o visitante quien lo deguste en el paladar.
Además de mojar la lostada con aceite, la jornada está repleta de actividades y diferentes puestos artesanos que aportan un valor añadido a la festividad. En esta ocasión el día se esperaba con más ganas de lo normal, dado que no se celebraba desde que tuvo lugar la pandemia.