La razón de esta elección es que el proyecto trata de aplicar medidas para contrarrestar la marginación de los grupos desfavorecidos, en este caso especialmente las personas de origen migratorio (personas refugiadas, migrantes que acaban de llegar, solicitantes de asilo) y las personas mayores. Un proyecto en el que está detrás Lantxotegi y Piparrika.
Su objetivo es desarrollar espacios abiertos de aprendizaje adecuados es construir comunidades interculturales e intergeneracionales utilizando los espacios públicos como áreas principales y crear actividades que atraigan e involucren a varios representantes de las comunidades locales. Al crear un libro electrónico digital, se proponen compartir buenas prácticas, ideas, enfoques y metodologías que surgen y se basan en las experiencias del voluntariado comprometido de las organizaciones asociadas, que ejecutan el proyecto desde cinco países diferentes.
"Grandes retos para las sociedades europeas"
Los conflictos armados en curso, las guerras, los problemas ambientales y la intensificación de los procesos migratorios provocan un aumento de la afluencia de personas refugiadas y migrantes a los países europeos. En los últimos años, especialmente a partir de 2015, nos hemos encontrado con una afluencia sin precedentes de personas que buscan seguridad (también entre migrantes). Estos procesos afectan directamente a la creciente diversidad en Europa, también a escala local, y sabemos que las sociedades de acogida no siempre están preparadas para el encuentro con "extraños".
Otro reto muy serio de la Europa moderna es el envejecimiento de la sociedad. Esto crea serios desafíos a las comunidades locales. Muchas personas están solas y aisladas, porque sus descendientes tuvieron que mudarse a grandes áreas urbanas o a otros países. Esa situación exige más actividades de inclusión para las personas mayores en la comunidad, prevenir su exclusión y crear oportunidades para su plena participación en la vida de las comunidades locales.
Somos conscientes de que estos dos colectivos destinatarios corren un gran riesgo de exclusión social por parte de las comu nidades locales. Debido a la falta de algunas competencias, su dificultad para emprender actividades educativas, las trabas para entrar en la comunidad local y la frecuente distancia de la comunidad local hacia estos grupos de personas. Ello se debe a la falta de conocimiento mutuo y de la oportunidad de aprender unos de otras y de desarrollar habilidades y competencias en un entorno amistoso, alentador y motivador.