Con el fichaje del centrocampista francés de 22 años Aurélien Tchouaméni, procedente del Mónaco, el Real Madrid completa el relevo de su histórico centro del campo formado por Casemiro, Modric (renovado hasta 2023) y Kroos sumando el galo a su compatriota Eduardo Camavinga y el uruguayo Fede Valverde.

Una incorporación, la segunda tras la del central alemán Antonio Rüdiger, después de acabar su contrato con el Chelsea, que completa la llegada de un objetivo al que el conjunto merengue llevaba siguiendo hace temporadas y que, tras la negativa de Kylian Mbappé, activó las negociaciones para hacerse con uno de los medicampistas más prometedores.

Su perfil físico, de gran zancada, limpio en el corte por su inteligencia a la hora de leer el juego, y con capacidad (y tendencia en ocasiones) para sumarse al ataque han cautivado al departamento técnico del Santiago Bernabéu para asegurar el futuro en la medular.

Entre Tchouaméni (22), Camavinga (19) y Valverde (23) suman una media de 21,3 años, por los 32,6 de Modric (36), Kroos (32) y Casemiro (30). Las cinco Ligas de Campeones que han logrado con la camiseta blanca, la última lograda el pasado 28 de mayo en París tras ganar 0-1 al Liverpool, les avalan como un trío histórico, conocido como la 'CMK' (Casemiro, Modric y Kroos), a la que sustituir se antoja como un reto mayúsculo.

Sin embargo, tanto Valverde, titular en dicha final, como Camavinga, partícipe activo de las remontadas en el feudo merengue en una Champions que ha pasado a la historia por ello, ya han demostrado estar hechos para jugar en el Real Madrid. Eso sí, ambos luciendo más sus características sin estar 'anclados' en la posición de pivote de Casemiro.

Un lugar para el que llega Tchouaméni aunque, como el brasileño, lo hace sin haber actuado en dicha demarcación. Tanto en el Mónaco como en la selección francesa lo ha hecho con otro centrocampista defensivo al lado que le cubría sus apariciones el ataque, al igual que Casemiro inició su andadura en Brasil.

La entidad de Chamartín espera moldear al galo como hizo con el jugador de la 'Canarinha', además de hacerse con una de las perlas del mercado por una cantidad fija, según la prensa francesa, de 80 millones de euros.

Eso sí, la contratación de Tchouaméni tendrá consecuencias para el español Dani Ceballos, que acaba contrato el 30 de junio de 2023 y quiere más protagonismo tras una temporada en la que estuvo cinco meses de baja por una grave lesión de tobillo, lo que podría propiciar su salida del equipo.

El técnico merengue, Carlo Ancelotti, ha demostrado que confía en él, aunque no como primera opción desde el banquillo, y la llegada del nuevo inquilino para la parte central le hace casi un imposible alcanzar dicho estatus.

Con el Mundial arrancando en noviembre, el organizador quiere tener minutos para intentar convencer a Luis Enrique y, sobre todo, para sentirse futbolista cada fin de semana.

Sin embargo, su marcha dejaría el centro del campo del Real Madrid huérfano de un efectivo de calidad, diferente, para relevar a Modric y a Kroos, ya que ni Valverde, ni Camavinga ni Tchouaméni basan su juego en ser protagonistas con el balón y en la construcción de jugadas.

El relevo de la 'CMK' gana en físico, adaptándose al fútbol moderno, y capacidad de robo, pero pierde en seguridad con balón y pura calidad técnica, algo de lo que van sobrados los titulares actuales en el conjunto por delante de Casemiro.

Ataque

Sin embargo, si el relevo en la zona del centro del campo está garantizado, el plan para la zona de ataque no es el mismo.

El Real Madrid no tiene intención de reforzar la parcela ofensiva, donde Karim Benzema es el absoluto rey, con un jugador de coste elevado para que llegue a la entidad con la etiqueta de suplente sin remedio.

Borja Mayoral, que llega de varias cesiones, podría ser la opción si el punta francés causara baja y si Jovic y Mariano dejaran el club.