La abogada y exconsejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia del Gobierno de Navarra María José Beaumont considera "grave, ilegal y que no se debe consentir" el supuesto espionaje al que podría haber sido sometida por la cúpula del ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy, y ya se plantea "ejercitar acciones legales".

Lo ha dicho en declaraciones a EFE, todavía "abrumada" por las numerosas llamadas y mensajes de apoyo recibidas desde que ayer se conociera, dentro de la investigación de la trama Kitchen, que un alto cargo del ministerio del Interior preguntara a un responsable policial si había "cosillas" sobre ella, tras su elección como consejera de la mano de EH Bildu en el Gobierno de coalición que presidió Uxue Barkos (Geroa Bai).

Según ha trascendido, al considerar que Beaumont estaba "muy limpia", se preguntó por su entorno, un aspecto que molesta especialmente a la exconsejera, quien ha subrayado que "ciertamente esto es algo grave, es ilegal y no se debe consentir" y que, aunque lo desconoce, es de suponer que también investigaran a la presidenta Barkos.

Ha manifestado su "sorpresa" porque esto le haya afectado a ella, pero no porque ocurran esos casos, ya que "toda la vida he sido consciente desde hace muchísimos tiempos, antes del 2015, durante el 2015 y después del 2015 que las cloacas del Estado existían y siguen existiendo".

También se pregunta la razón por la que ha podido salir a la luz su caso en este momento, que podría ser por la "guerra interna" entre los dos grandes partidos nacionales.

"En todo caso, estoy un poco abrumada, porque desde que me llegó ayer esa noticia inmediatamente después recibí muchísimas llamadas y mensajes de compañeros y compañeras del Gobierno en el que estuve, de gentes que estaban en el Parlamento en los grupos que apoyaban a nuestro gobierno, de gente que colaboró conmigo y de medios de comunicación", dice sobre el "día intenso" de ayer.

Un día después, "veo más claro que igual tengo el deber de ejercitar acciones legales", más aún cuando se le declaró como "muy limpia" cuando se sugirió investigarle, "eso quiere decir que ya antes de ese momento se me estaba investigando y controlando", y tampoco hubo reparos en estudiar la posibilidad de investigar a su "entorno".

"Probablemente tenga el deber de ejercitar acciones legales. No sé si compareciendo en ese propio sumario en la Audiencia Nacional" en el que está investigado el ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz "o en otro tipo de procedimiento. Todavía tengo que pensar, pero tengo bastante claro que algo debo hacer. Por responsabilidad", ha insistido.

En ese sentido, y después de que EH Bildu haya anunciado que formulará diversas preguntas al respecto en el Congreso de los Diputados, la exconsejera navarra ha dicho estar a la expectativa de las respuestas.

En cuanto a la finalidad de su supuesto espionaje, ha interpretado que "tras dos décadas de gobiernos de derechas en Navarra", la conformación en 2015 de un Gobierno "progresista, de izquierdas y abertzale" hizo que fueran "contra quien probablemente consideraban que tenía más posibilidades de encontrar alguna cosilla que a lo mejor hiciera tambalear aquello".

Al respecto, ha sido tajante: "No tengo nada que ocultar. Siempre dije 'a mí, que me registren' y lo sigo diciendo", ha zanjado.