El Celta de Vigo estrenó su contador de triunfos en LaLiga Santander esta temporada al asaltar Montilivi con un gol de Iago Aspas (0-1), en el encuentro que este viernes inauguró la tercera jornada de la competición.
El equipo de Eduardo Coudet recuperó la sonrisa tras sumar un solo punto de los seis primeros, con un triunfo para dejar atrás la zona baja en el que fue su primer desplazamiento del curso, mientras que el Girona, tras la esperanzadora victoria del lunes contra el Getafe, ofreció una cara más gris.
Míchel Sánchez adelantó a David López para cambiar el 5-2-1-2 por un 4-4-2, con la idea de presionar más arriba, pero su Girona, sin el lesionado Rodrigo Riquelme, acusó la ausencia de un media punta que conectara los dos centrocampistas y los dos delanteros, Taty Castellanos y Cristhian Stuani.
El Celta tampoco supo llegar hasta Aspas, demasiado aislado. Ambos conjuntos, empatados en la posesión, buscaron el arco rival, pero las defensas ganaron a los ataques en un primer acto espeso, a veces aburrido, por la falta de acierto y de ideas en tres cuartos de campo, tan parejo como todo el duelo.
Antes de la media hora solo se registraron dos llegadas con cierto peligro: una desafortunada cesión de Juanpe Ramírez que Juan Carlos Martín rechazó sobre la línea de gol y un cabezazo de Stuani sin potencia desde el punto de penalti.
La primera mitad solo se animó, y tímidamente, cuando ya se encaminaba al entreacto. Santi Bueno cabeceó un córner de Aleix García cerca del palo izquierdo de Agustín Marchesín y el Celta se acercó al gol con dos chuts tímidos de Franco Cervi y Óscar Rodríguez y con un disparo desde la frontal de Carles Pérez, novedad en el sitio del luso Gonçalo Paciencia.
El exjugador del Barça volvió a ser protagonista tras pasar por vestuarios. En el minuto 49, dejó atrás con demasiada facilidad a Juanpe en una jugada aislada y habilitó a Iago Aspas, que corrió hacia la portería y batió a Juan Carlos con un disparo cruzado e inalcanzable con la pierna izquierda.
El gol espoleó al Girona, obligado a adelantar líneas para perseguir el 1-1. Marchesín repelió con una pierna un remate de Ureña. Y a la hora de juego Míchel redobló su apuesta ofensiva con los cambios de Samu Sáiz y Reinier Jesus por Ureña y Ramon Terrats, sustituto de Yangel Herrera en el primer tiempo.
El Girona pareció mejorar con Samu Sáiz y arrinconar un poco al Celta, y Míchel también recurrió al joven y debutante Joel Roca, de 17 años, pero el equipo no halló la fluidez y la velocidad en el último tercio del campo. Acabó hincando la rodilla, con la primera derrota del curso en Montilivi.