Avicultura o el incumplimiento de la Ley de la Cadena

SPC
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UPA denuncia que la subida del pollo a los consumidores no se ha notado en origen y que muchas integradoras siguen trabajando sin firmar contratos con los granjeros

Avicultura o el incumplimiento de la Ley de la Cadena - Foto: Jonathan Tajes

Apenas diez empresas dominan más del 80% de la producción de carne de pollo en España. Son las llamadas integradoras, que controlan el proceso productivo desde su inicio hasta su final. Los avicultores, alrededor de 5.000 en toda España, tienen una enorme dependencia de estas empresas, por lo que las prácticas y comportamiento de estas enormes compañías determinan en gran parte la economía y la vida de estos granjeros.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha denunciado el incumplimiento masivo por parte de estas empresas de la Ley de la Cadena Alimentaria, una normativa que obliga a cubrir los costes de producción y cuyos periodos de transición se cumplieron hace ya varias semanas. «No hay ninguna excusa para que algunas empresas sigan trabajando sin contratos firmados y sin revisar el precio que pagan a los ganaderos», aseguran desde la organización agraria.

La evolución al alza del precio del pollo a los consumidores, que sí se ha trasladado al precio que cobran las empresas integradoras, no ha llegado a los granjeros. Aunque en estos momentos el precio del pollo se encuentra un 32% por encima del de hace un año -2,30 euros/kilo canal-, esto no ha supuesto ninguna mejora de los precios del avicultor, mientras que las empresas integradoras sí han podido compensar el aumento del precio del pienso porque sí se han beneficiado de ese encarecimiento al final de la cadena.

UPA ya denunció hace más de un mes que los avicultores no deberían estar cobrando menos de 55 o 60 céntimos por pollo criado, cuando siguen cobrando unos 40 o 45, a pesar de que los costes de producción siguen disparados. La organización va a exigir a las integradoras que se reúnan con ellos para instarles a cambiar su actitud. Se ha sabido que algunas empresas están amenazando a los granjeros, que manifiestan su miedo a poner denuncias, ya que los avicultores han realizado inversiones muy fuertes y dependen del mantenimiento de sus contratos de integración. Esto se traduce en que en muchas ocasiones a los ganaderos no les queda más remedio que producir a pérdidas para evitar el embargo de las naves y otras inversiones acometidas.

Según el Ministerio de Agricultura, el precio medio de los pollos en el mercado durante el primer trimestre de este año ha sido un 9,5% superior a del trimestre anterior, pero los precios en origen no han experimentado ese incremento ni de lejos. Y la subida ha sido del 16,5% si te toma en cuanta la diferencia del precio de finales de marzo de 2021 a la misma fecha de 2022, alza que tampoco se ha visto reflejada para los granjeros. Por el contrario, lo que sí han experimentado ha sido el desmedido aumento de los costes de producción; aunque los piensos quedan fuera de estos gastos (corre por cuenta de las integradoras), no ocurre lo mismo con la electricidad (los pollos recién nacidos exigen una temperatura alta y constante), los plásticos o el gasóleo.

UPA ha pedido también al Ministerio de Agricultura que publique inmediatamente el decreto de ayudas por la crisis de costes en el que la organización consiguió que se incluyera a las granjas de pollos. Las comunidades autónomas también deben complementar estas ayudas incluyendo a sectores como el pavo, que han quedado fuera del decreto nacional, añaden.

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