La expedición de Gurpea Beti Onak llegó a Villava a media tarde de este lunes tras lograr el histórico ascenso a la Liga Guerreras Iberdrola. Las navarras relevan a Itxako y Oberena como representante foral en la máxima categoría del balonmano nacional y se celebró a su llegada a la localidad.

El autobús con las jugadoras y el cuerpo técnico acercó a las protagonistas hasta la calle del Consistorio en medio de una gran expectación; en consonancia con la gesta lograda. La capitana del equipo, Olaia Luzuriaga, fue de las primeras en bajar del vehículo con la copa de campeonas en la mano. El equipo se dirigió a pie hasta el Ayuntamiento en medio de un improvisado pasillo realizado por los aficionados que se congregaron para recibirlas. La mayoría de la hinchada eran niñas y niños de la cantera de Beti Onak que sueñan con, algún día, emular a las jugadoras a las que acompañaron hacia el edificio municipal.

Una vez realizada una foto de familia con los concejales y tras un aurresku en su honor, el equipo subió al primer piso del Consistorio para ofrecer el título. Las jugadoras coparon los tres balcones y, turnándose, fueron tomando la palabra para agradecer el apoyo recibido a lo largo de una histórica temporada que Gurpea Beti Onak ha acabado sin derrotas. Las de Villava ganaron todos los partidos de la liga regular y de la fase de ascenso de Lanzarote, salvo el último de ésta, que acabó en empate ante el Sporting La Rioja; equipo que las acompaña a la División de Honor.

La próxima temporada se presenta muy diferente pues pasarán de ser un equipo imbatido a luchar por la permanencia en la campaña de su debut. Momento ahora para planificar la plantilla del año que viene en el que se atisban pocos cambios pues desde la entidad de Villava desean que el bloque que consiguió el ascenso sea el que disfrute de la máxima categoría.