Así lo ha dicho María Chivite en su intervención en Sangüesa tras entregar al pintor Pedro Salaberri el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2022, un acto en el que, además de valorar la figura artística y humana del premiado, ha ponderado las virtudes de la cultura en la sociedad.

Y lo ha hecho destacando primero que el acto se celebraba en Sangüesa para conmemorar el noveno centenario de la fundación de la localidad, gracias al otorgamiento del fuero por parte del rey Alfonso I, quien ya hace 9 siglos "intuyó que la riqueza no se genera con botines de guerra" y comprendió que "había una manera de generar progreso a través de la cultura", como demostraba entonces el Camino de Santiago que atravesaba este pueblo.

Chivite ha hecho otras alusiones a la importancia de la cultura para el desarrollo de una sociedad y la ha reivindicado también hoy, cuando "Navarra está en un momento excepcional, porque nos enfrentamos a un punto de inflexión histórico. La evolución nos ha colocado en un momento fundacional en nuestra historia que nos obliga a rediseñar el futuro", ha dicho.

"Necesitamos imaginar Navarra para las próximas décadas, abandonar la nostalgia y centrarnos en la visión" de una comunidad evolucionada, y para ello ha apelado a la tradición, "de nuevo a la cultura".

En este terreno ha identificado al premiado Pedro Salaberri con el valor de la convivencia, y ha pedido que precisamente ahora "reivindiquemos el dialogo, defendamos el acuerdo, no nos dejemos llevar por la confrontación que solo consigue destruirnos".

"Mi concepción sobre la cultura pasa por considerarla un bien común que nos hace mejores. Un medio que nos hace conocer, vivir y pertenecer a nuestro presente para proyectarnos al futuro", ha dicho una Chivite convencida de que la cultura no debe ser vista "desde una óptica de mero espectador. Nos obliga involucrarnos porque es intrínseca a vivir en sociedad".

"Necesitamos la cultura como el respirar, más hoy que nos enfrentamos a amenaza de la segmentación, el individualismo y la vanidad", ha pedido.

En cualquier caso buena parte de su intervención la ha centrado en el elogio a Pedro Salaberri, "uno de los artistas contemporáneos navarros mas reconocibles", el "pintor del paisaje", pero también dinamizador de cultura e impulsor de nuevos talentos, "un valor positivo, un elemento catalizador y de acción política", que se suma a su "declarada militancia por la convivencia".

Su obra "ha iluminado de color valles, montañas, pueblos, ríos, y algún que otro despacho", ha dicho con un guiño en referencia al suyo en el Palacio de Navarra.

En su obra "intuimos una Navarra sintética, esquemática pero reconocible", ha señalado para constatar que "la naturaleza no entiende de tensiones humanas, a veces es pura calma, otras, violencia, como hemos visto esta semana con los incendios, pero transita a un ritmo que no es el humano, por lo que retratarla es pintar el tiempo".