El exterior de la iglesia de San Nicolás de Pamplona ha acogido este domingo una de las tradiciones católicas más entrañables con la bendición de las mascotas en el día de San Antón, un acto que se recuperó hace ocho años tras décadas sin celebrarse.

Han sido decenas de personas quienes se han acercado hasta el exterior de la parroquia con sus mascotas, entre las que predominaban los perros, aunque también han acudido con gatos, un canario enjaulado y hasta un conejo.

Todos ellos, con sorpresa en su mayoría al recibir el agua, han sido rociados por el hisopo con el que el párroco César Magaña ha recorrido los grupos concentrados en la plaza, en la que poco antes había recitado la "Bendición de los animales", para quienes ha pedido la protección de San Antón.

La tradición se ha respetado en esta parroquia pamplonesa, si bien no se ha cumplido en otro de los emplazamientos más típicos y populares de Navarra como es la Plaza de los Fueros de Tudela, donde "por responsabilidad queda suspendida la tradicional fiesta de San Antón en nuestra ciudad”, señaló días atrás la Orden del Volatín.

Cada 17 de enero, la Orden del Volatín instala en la plaza de los Fueros de Tudela la Cruz de San Antón para que las personas que lo deseen acudan con su mascota a dar las tradicionales tres vueltas y obtener así el pergamino conmemorativo que certifica la bendición.

La Orden del Volatín, que trabaja para recuperar, potenciar y mejorar las tradiciones navarras con especial hincapié en las de la Ribera, recuperó la fiesta de San Antón en el año 2002 tras casi cuatro décadas sin celebrarse.