De nuevo en un laberinto

M.R.Y. (SPC)
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La persistente inestabilidad política vuelve a llevar a Italia a unas elecciones inciertas con la ultraderecha como gran favorita

De nuevo en un laberinto

Apenas conoce el concepto tranquilidad la política en Italia, un polvorín continuo por la persistente inestabilidad que se vive en el país. Como muestra, los italianos elegirán el próximo 25 de septiembre a su décimo primer ministro en apenas 20 años. Y lo harán en un nuevo adelanto electoral -los comicios  estaban previstos para 2024- después de una agitada legislatura, con tres Gobierno diferentes desde las parlamentarias de 2018.
La cita llega después de la dimisión de Mario Draghi, un tecnócrata que se puso al frente de un Ejecutivo de unidad nacional -compuesto casi todos los partidos del arco parlamentario- que perdió el apoyo de los principales partidos. Y lo hace en un momento crítico para el país, con una inflación histórica, obligado a aprobar unos Presupuestos antes del 15 de octubre -cuando tienen que remitirlos a la UE- y una sociedad cada vez más descontenta con sus gobernantes.
Prueba de ello es que todo apunta -al menos todos los sondeos coinciden- a que será el ultraderechista Hermanos de Italia -el único que no integró la coalición de Draghi- el ganador en las urnas, aunque la carrera aún tiene varias etapas por delante hasta llegar a meta.

Hermanos de Italia 

Meloni saca provecho de mantenerse al margen de Draghi

Hermanos de Italia se abstuvo de entrar en la coalición encabezada por Mario Draghi para formar un Gobierno de unidad nacional en 2021. Y esa parece ser la gran ventaja con la que parte de cara a las elecciones del 25 de septiembre: al acaparar la oposición, ha capitalizado el descontento social. Aunque concurre en una alianza de derechas, Georgia Meloni ya se ha erigido en la candidata a primera ministra como líder del partido con más votos -los sondeos le dan un 25 por ciento de respaldos-. Ultranacionalista, populista y euroescéptico, Hermanos de Italia es la formación más a la derecha del arco parlamentario y está considerado heredero del fascismo.

Partido democrático

La izquierda moderada busca recuperar terreno

Enrico Letta pretende que el PD vuelva al poder. Pero que lo haga de forma contundente, es decir, liderando un Gobierno en el que podría contar con otras fuerzas de izquierdas. No como sucedió hace tres años, cuando volvió a formar parte de un Ejecutivo, pero en un papel secundario: apoyando al M5S y a Conte como primer ministro. Ahora, Letta ha configurado una alianza de fuerzas progresistas que frene el previsible triunfo de la derecha. Con un 23 por ciento de apoyos, según los sondeos, su plan de sumar desde el centro hasta la izquierda más radical puede acabar constándole caro y terminar perdiendo el respaldo de la tradicional socialdemocracia.

La Liga

Salvini quiere saborear otra vez el poder

Las elecciones de 2018 revelaron un cambio de tendencia en Italia, con los populistas M5S y Liga como fuerzas más votadas que formaron un Ejecutivo inédito que apenas duró un año. El derechista Matteo Salvini lanzó un órdago para provocar nuevos comicios y el M5S acabó formando un Gobierno de centroizquierda. Ahora, la Liga quiere volver al poder. Y hacerlo junto a partidos de similar ideología. Por eso ha vuelto a unirse a Hermanos de Italia y Forza Italia en una coalición que ya ha dado sus frutos en las municipales. Pero en esta ocasión podría quedar relegado a un segundo plano -14 por ciento de los votos- ante el auge de la extrema derecha.

Movimiento 5 Estrellas

Un M5S fragmentado vive su peor momento 

Tras semanas de tiras y aflojas con el primer ministro, Mario Draghi, el Movimiento 5 Estrellas retiró su apoyo al Ejecutivo e hizo saltar por los aires la coalición. Ahora los populistas sufren las consecuencias: el bloque se ha roto, con la salida de decenas de altos cargos -el más notable, Luigi di Maio-, el liderazgo de Giuseppe Conte está seriamente cuestionado y, sobre todo, sus seguidores se están distanciando y se reparten entre la izquierda más tradicional -Partido Democrático- y la escisión liderada por Di Maio. Después de ser el partido más votado en las últimas elecciones y de liderar dos Gobiernos entre 2018 y 2021, los sondeos le dan poco más de un 10 por ciento.

Forza Italia

Berlusconi continúa sin tirar la toalla

Aunque ha descartado liderar al partido y optar a primer ministro con él, Forza Italia es sinónimo de Silvio Berlusconi. El exmandatario fue su creador y es su cabeza visible, aunque en esta ocasión vaya a echarse a un lado y optar únicamente a senador. Pero desde un segundo plano, Berlusconi seguirá siendo quien maneje los hilos de la formación conservadora, que concurre a los comicios en coalición con unos extremistas que le han comido terreno. Fragmentada tras retirar su apoyo al Gobierno de unidad de Mario Draghi, Forza Italia quiere recomponerse y convencer a la derecha más moderada. Los sondeos le dan un 9 por ciento de los respaldos.

Compromiso Civil

La alternativa es Di Maio

Tras la ruptura con el M5S, Luigi de Maio encabeza a los indignados de sus antiguas filas. Con la «responsabilidad política» como principal argumento, formará parte de la coalición liderada por el Partido Democrático, a la que sumaría su, de momento, exiguo 2 por ciento que le dan los sondeos.

La Sinistra

Los comunistas siguen en pie

Su unión a la coalición de izquierdas liderada por el PD llevó a que los centristas decidieran abandonar esa alianza. La Sinistra es el representante de unos comunistas en Italia venidos a menos, pero con representación parlamentaria y con casi un 4 por ciento de votos en los sondeos.

Italia Viva

Renzi pretende ser esencial

Como «alternativa seria y pragmática al bipopulismo de la derecha y la izquierda», la Italia Viva de Matteo Renzi consiguió el respaldo del liberal Azione de Carlo Calenda, con el que tratará de conseguir que el centro sea determinante. Entre ambas formaciones suman un 8 por ciento de los votos.