"Tenía el bastón en la mano, pero no recuerdo agredirla"

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Santiago Martínez, acusado de intentar asesinar a su pareja en Azagra (Navarra) en 2021, ha comparecido esta mañana en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial. Se enfrenta a peticiones de pena de hasta 15 años de prisión.

La Audiencia Provincial de Navarra acoge desde hoy el juicio a Santiago Martínez Martínez, acusado de intentar matar a su pareja el 20 de febrero de 2021. El acusado, ha relatado ante el juez que "me di cuenta de repente de que tenía el bastón en la mano. No recuerdo nada de la agresión". "Cuando me doy cuenta y soy consciente, Ana está tumbada en el suelo".

A preguntas de la fiscalía ha dicho no saber si la víctima tenía heridas. 

FIscalía: "¿Estaba bien? ¿Estaba mal? ¿Tenía heridas?" (la víctima)

Acusado: "No lo sé. Supongo"

Fiscalía:"¿Había sangre?"

Acusado: "No mucha" 

El fiscal le ensena las fotografías del atestado y le pregunta si es mucha sangre o poca.

Acusado: "Estaba hablando, se movía y repetía: 'Santi, cariño'

Fiscalía: "Le habían abierto el cráneo hacia un momento y ¿le dice eso?"

Acusado: "Me baje de la habitación porque no podía ver aquello y tenía shock postraumático físico y mental"

No obstante, en su exposición de los hechos ha relatado que intentó llegar "lo antes posible" a la Policía Foral y que una vez en comisaría admitió: "Creo que he matado a mi mujer".

Lo ha dicho en la intervención inicial del juicio iniciado este jueves por un delito de asesinato en grado de tentativa, del que se acusa a Santiago Martínez Martínez y por el que el fiscal pide 14 años y medio de cárcel, en una declaración en la que tan solo ha querido contestar al fiscal y a su defensa, aunque en numerosas ocasiones ha dicho no recordar los hechos, pero sí que "al despertar" de ese episodio vio que llevaba un bastón metálico en la mano y que su pareja, Ana, estaba tumbada en el suelo "y me doy cuenta de lo que ha pasado".

Sin embargo, el acusado ha incurrido en contradicciones al señalar que no vio heridas en la mujer, después ha señalado que vio "no mucha sangre" pese a que Ana resultó herida muy grave con múltiples golpes en la cabeza y parte superior del cuerpo, y de que la habitación quedó muy manchada de sangre, y más tarde ha reconocido: "Me fui de la habitación, no podía ver aquello".

Imagen del acusado, Santiago Martínez Martínez, durante el juicio celebrado esta mañanaImagen del acusado, Santiago Martínez Martínez, durante el juicio celebrado esta mañana

Santiago M.M. sí ha reconocido que la relación con su pareja (estaban juntos desde 2010) era últimamente "bastante mala" y que el motivo fundamental de sus discusiones era el económico, según su testimonio porque ella le pedía dinero "injustamente" con asiduidad ('non stop', ha dicho).

Imagen del acusado, Santiago Martínez Martínez, durante el juicio celebrado esta mañanaImagen del acusado, Santiago Martínez Martínez, durante el juicio celebrado esta mañanaHa defendido que él le daba y que también le ayudó desde el principio de su relación, cuando ambos fueron a vivir a la casa de la madre de él, aunque ahora convivían en Azagra en una casa propiedad de ambos, aunque desde hace tiempo en habitaciones separadas.

También ha asegurado que en esa mala relación ella le insultaba a él pero "yo no le contestaba nunca": "Por mi parte no había insultos ni desprecios; por parte de ella sí", ha dicho para describir la convivencia plagada de silencios a veces y de enfrentamientos otras.

Imagen de la sala donde se celebra el juicio contra Santiago Martínez MartínezImagen de la sala donde se celebra el juicio contra Santiago Martínez Martínez

Ha recordado que el día anterior a los hechos Ana llegó ya de noche, de trabajar en turno de guardia como enfermera, y que de nuevo le dio "un ultimátum para llegar a un acuerdo" sobre la venta de la casa y su separación tras advertirle de que si no era así iría al juzgado, algo que él no quería.

Imagen del acusado, Santiago Martínez Martínez, durante el juicio celebrado esta mañanaImagen del acusado, Santiago Martínez Martínez, durante el juicio celebrado esta mañanaAl día siguiente asegura que ella apareció en la planta baja y le volvió a repetir "las cosas de ayer", y él la siguió a la primera planta donde ocurrieron los hechos "para decirle que dejara de vejarme" porque había sacado a colación la ruptura de su primer matrimonio.

Sin embargo, Santiago M.M. asegura que finalmente ambos acabaron sentados en la cama de ella y mantuvieron una conversación "muy larga", en la que terminaron hablaron de "qué nos había pasado y terminamos ambos llorando", incluso con una actitud cariñosa por parte de él, ha asegurado.

"Yo estaba muy afectado", ha dicho, pero la conversación llegó a un punto en el que "estábamos cerca de llegar a un acuerdo" cuando ella recibió una llamada en su teléfono móvil. Ana contestó y, ante la sorpresa de él, dijo a su interlocutora: "Isabel, este hombre me va a matar", ha dicho en una declaración con vaguedades a partir de este momento.

"Yo cojo el teléfono, intento apagarlo y me encuentro con una sombra gris viniendo hacia mí a golpearme. Era el espejo, un espejo de madera bastante pesado, si es el que creo yo", ha dicho para a partir de entonces asegurar: "Veo la sombra gris y ya no sé que sucede".

El siguiente recuerdo es su "despertar" con un bastón en la mano, que ha asegurado que él nunca había cogido ni llevado a la habitación de ella. "De la agresión no recuerdo absolutamente nada, no sé cómo se produjo el asunto. Sí recuerdo que empiezo a notar una sensación olorosa que me desconcierta, un olor desagradable".

"Ana está tumbada completamente entre la mesa y los armarios, en el suelo. Me doy cuenta de lo que ha pasado: Ana está tumbada, supongo que estaría herida. No tenía mucha sangre. Está hablando y mueve todo. Me dice: 'Santi, cariño'", ha descrito.

Al ver todo eso "me fui de la habitación no podía ver aquello", ha dicho tras señalar que él estaba en shock, dejó el bastón en la parte de abajo y cogió el coche de ella "completamente aturdido" para "agilizar las cosas".

"Estaba fuera de mí y no me fijé en los detalles", ha asegurado cuando le han preguntado si no vio heridas ni sangre en la cabeza de Ana, a quien "nunca" creyó que había matado.

"Empecé a acelerar y fui a la Policía foral de Estella", ha recordado el acusado, para quien el fiscal pide 15 años y medio de cárcel, mientras que la acusación particular y la acusación popular piden 16 años.