El Ayuntamiento de Pamplona está trabajando en la elaboración de una convocatoria de ayudas con carácter plurianual para adecuar los edificios de las zonas inundables de la ciudad ante nuevas avenidas, de forma que se puedan evitar o minimizar los daños ocasionados por el agua.

Así lo ha informado este miércoles el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, que ha comparecido en rueda de prensa acompañado por el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu. Maya ha explicado que las crecidas del pasado 10 de diciembre provocaron "tremendos daños" en la ciudad, sobre todo en la Magdalena, la parte más cercana al río de la Rochapea, San Jorge y Landaben. Según ha explicado, a la espera de conocer las necesidades detectadas en las reuniones con comunidades de vecinos, el presupuesto de estas ayudas rondaría los 300.000 euros anuales. En este sentido, ha esperado que se consiga alcanzar un acuerdo presupuestario con el resto de grupos para habilitar estas ayudas.

El alcalde ha destacado que "desgraciadamente las inundaciones se repiten cada vez con menor plazo de tiempo", motivo por el que se ha creado un grupo de trabajo integrado por el Gabinete de Alcaldía y las áreas de Seguridad Ciudadana, Urbanismo, Vivienda y Sanidad, Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad, y Conservación Urbana, para buscar medidas para minimizar los riesgos de las inundaciones.

Este grupo trabajará en cuatro bloques: la revisión del protocolo de actuación en caso de riadas para garantizar su correcto funcionamiento tanto en las labores de prevención y aviso al vecindario afectado como en el control de acceso y vigilancia de las aguas; la convocatoria de ayudas para las obras en inmuebles que se hayan inundado, un proyecto de renaturalización urbana que aspira a acceder a fondos europeos, y actuaciones en el cauce del río Arga y los colectores de la zona.

En este sentido, el Ayuntamiento de Pamplona quiere impulsar dos propuestas que incidirán directamente en los cauces y entornos del río, que supondrían una inversión de más de ocho millones de euros.

Uno de ellos, desarrollado en colaboración con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, prevé destinar cuatro millones de euros en la intervención en el cauce del Arga y en los colectores de la zona. En estos momentos, ya se han encargado trabajos de topografía, que recogen un análisis en profundidad de cómo se comportó la inundación del pasado mes de diciembre. También se ha puesto en marcha la inspección y revisión de la situación de los colectores existentes y sus registros en el entorno del río Arga en los meandros de Aranzadi, Rochapea y San Jorge.

Estas medidas de refuerzo en colectores y una serie de nuevas medidas para situaciones de grandes avenidas se presentarán a la convocatoria de ayudas que ha abierto el Ministerio de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con el objetivo de lograr financiación extra.

RUNA 2025

La cuarta actuación de este plan de trabajo incluye la mejora de los entornos fluviales de la mano del proyecto Renaturalización Urbana de Pamplona 2025 (RUNA 2025), y que el Consistorio quiere desarrollar en los próximos cuatro años, con un importe de 4.209.963 euros. RUNA 2025 aspira a conseguir financiación europea, de la mano de las ayudas a la renaturalización y resiliencia de ciudades 2021, de la Fundación Biodiversidad que ha lanzado el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. El Ayuntamiento lanzó su candidatura el pasado 3 de enero y habrá que esperar a saber si finalmente ha sido uno de los proyectos seleccionados.

El objetivo de este proyecto es completar una red de infraestructuras verdes y azules de la ciudad, tomando los ríos (no sólo el Arga, sino también el Sadar y el Elorz) como ejes vertebradores generales. Se trata, tal y como destacan desde la Oficina Estratégica, de "integrar los entornos fluviales y los parques verdes a su alrededor dentro de la ciudad, potenciando su valor natural, corrigiendo los impactos existentes y mejorando su funcionamiento hidráulico".

RUNA 2025 incluye diversas actuaciones, que van desde la ampliación del corredor fluvial en Beloso Bajo hasta la recuperación de una zona inundable en el entorno del polígono de Landaben, de forma que "se reduzca la vulnerabilidad de ese espacio industrial". Asimismo, incluye medidas para facilitar la escala de peces en los azudes del Molino de Caparroso, el control de la inestabilidad y la erosión de la margen izquierda entre el azud de San Pedro y el azud de Santa Engracia, y un estudio para aumentar el corredor natural para una mayor resiliencia del barrio de la Rochapea frente a avenidas del río Arga.

El proyecto incluye también acciones para mejorar el control de inundaciones en la avenida San Jorge, la erradicación de flora invasora y la limpieza y mejora de la calidad del agua, además de definir una estrategia de drenaje urbano sostenible para aumentar la permeabilidad del suelo.

Las actuaciones también se extenderán al entorno del río Sadar, donde se prevé incorporar la zona verde del rectorado de la Universidad Pública de Navarra creando una senda peatonal e integrar el campus universitario de la Universidad de Navarra en un gran eje vertebrador. En lo que se refiere al río Elorz, se plantea realizar una reserva fluvial inundable de la desembocadura del río Sadar en el río Elorz y la eliminación de azudes y restos de estructuras presentes en el cauce.

El proyecto RUNA 2025 competirá con otras 98 propuestas lanzadas por distintas ciudades españolas a la convocatoria de ayudas para renaturalización y resiliencia del Ministerio. El presupuesto habilitado para estas actuaciones es de 75 millones de euros, si bien, las 99 iniciativas presentadas ascienden a 346 millones, por lo que el Ministerio calcula que sólo podrá atender el 20% de los proyectos. Está previsto que durante el mes de junio se produzca la resolución de las ayudas y se sepa qué proyectos serán los elegidos.

CONVENIO PARA "AGILIZAR" LA LIMPIEZA DE LOS RÍOS TRAS LAS CRECIDAS

Enrique Maya ha explicado que se está trabajando con la Confederación Hidrográfica del Ebro para "agilizar" los trabajos de para "recuperar" los ríos cuando se producen episodios de crecidas. Un convenio que defina "muy bien las cosas que podemos hacer sin autorización" para poder realizarlas sin tener que recurrir a la CHE para cada actuación.

El alcalde, que mantuvo recientemente un encuentro con la presidenta de la CHE, ha explicado que le transmitió que están trabajando "de manera pionera" para mejorar el sistema de alertas ante las inundaciones. Además, ha destacado que están trabajando también en una convocatoria europea para "agilizar" los sistemas de alerta.

Igualmente, ha indicado que le argumentó las crecidas del pasado 10 de diciembre en un "cúmulo de circunstancias" entre "mucha lluvia, nieve, subida de las temperaturas, deshielo" cuyo resultado final fue que "muy de repente se llegó a un caudal de 600 m3/s y nos desbordó porque tuvimos que reaccionar muy rápido".

Otra cuestión relevante de la reunión, ha destacado, fue que "el criterio con el cual hay que actuar en los ríos es un criterio de poder ir trabajando las islas que se van conformando, los bordes de los ríos, siempre que tengan una justificación hidráulica". "Son muy rigurosos con que no se hagan granes intervenciones en los ríos que cambien su carácter pero sí es posible actuaciones puntales", ha señalado Maya, que ha valorado que "vi actitud muy positiva y de que vamos a colaborar".

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