Las asociaciones de comerciantes pertenecientes al Pacto por la Persona Mayor de San Juan-Donibane han presentado el proyecto ADI, de prevención de la soledad no deseada y aislamiento social, situaciones que producen efectos muy negativos en la salud, y ante las que estos comerciantes estarán sensibilizados y atentos.

Así, diversos estudios afirman que disminuyen las destrezas cognitivas como la capacidad de concentración, de tomar decisiones, de solucionar problemas o de transformar los pensamientos negativos, lo que puede conllevar estados depresivos.

Se ha comprobado asímismo que pueden provocar desorden de sueño y alimentación, crear fatiga y aumentar el riesgo de contraer determinadas enfermedades como cardiopatías o demencias, además de aumentar el riesgo de muerte, han informado en una nota desde el colectivo Pacto por la Persona Mayor de San Juan, que constatan que por todo ello la Organización Mundial de la Salud lo considera una cuestión de Salud Pública.

En el barrio de San Juan de Pamplona hay un 32 % de personas (unas 6.500) mayores de 65 años, con un alto porcentaje de mayores de 80 años, y de este total alrededor de 1.500 (un 23 %) viven solas, muchas de las cuales lo han elegido, pero todos, con el binomio edad avanzada/soledad, pueden ver aumentada su vulnerabilidad.

Con todo ello, el Pacto por la Persona Mayor del Barrio de San Juan decidió ya en 2018 abordar esta realidad de la soledad no deseada y minimizar sus consecuencias, y para ello desde entonces se ha consolidado una red de voluntariado, y se han organizado actividades intergeneracionales y de formación.

Ahora pretenden avanzar en esta línea de trabajo comunitario a través de una iniciativa que "sensibiliza e implica" a los comerciantes, un video que propone "estar atentos y atentas a ciertas señales de alarma: Cambios en el aspecto físico, alteraciones de consumo, despistes con el dinero, manifestaciones de soledad y tristeza o sospechas de ser víctimas de algún mal trato".

De esta manera podrán ser detectores de estas situaciones de soledad no deseada y vulnerabilidad y podrán comunicarlas a los servicios sociales y al centro de salud a través de sus respectivas profesionales de trabajo social, quienes se encargarán de orientar e informar sobre los recursos disponibles, acompañarán durante el proceso haciendo posteriormente el correspondiente seguimiento e intervención de mayor intensidad si así procediera.