La final se celebrará el próximo domingo 29 de mayo, con el cartel de "entradas agotadas" colgado hace semanas, según ha informado la empresa Nicdo en una nota.

En total, en el montaje han trabajado 11 personas, que han tardado 17 horas en habilitar las cerca de 3.000 localidades con las que cuenta la cancha navarra. Más concretamente, las 2.972 que salieron a la venta para el partido.

Una vez finalizada la Copa del Mundo de Gimnasia, arrancó el montaje con la parte mecánica, que consiste en sacar las plataformas primaria y secundaria, donde se encuentran las gradas escamoteables y las gradas telescópicas, lo que ha supuesto 6 horas de trabajo.

En primer lugar, se ha colocado la grada móvil y después los bloques móviles en la parte superior de la grada secundaria. Después se ha levantado la grada superior y se ha procedido a montar las vallas y las escaleras de la grada superior, así como los cierres de los laterales con los telones que sirven para aforar el espacio.

Una vez aforado, se levanta la grada primaria y se sacan las gradas telescópicas, que se componen de 8 módulos independientes. El trabajo continúa con el montaje de las partes móviles de la grada primaria, compuestas por vallas, escalones y protecciones, con una dedicación de 8 horas de trabajo y 6 montadores.

Con todo el espacio para el público ya montado, el frontón deja ver una distancia a la cancha de tan solo 5 metros para las localidades más próximas al espacio de juego Una vez concluido, se configuran las pantallas y la microfonía, ya que el Navarra Arena ha sido el primer frontón en colocar una pantalla de 6x4 metros para acercar el detalle del juego en la cancha a todo el público.

Los últimos en entrar son los equipos de limpieza para el frontón y las gradas, encargados de dejar el frontón listo para la gran final.