Alberto Catalán ha afirmado este miércoles en la Cámara Alta que "el independentismo quiere barra libre para ultrajar todo aquello que nos une: el Estado, sus instituciones y sus símbolos".
Una situación que, según ha dicho el senador regionalista, "en la Comunidad foral venimos padeciendo desde hace ya mucho tiempo, con los desprecios a la bandera de Navarra, con la colocación de la ikurriña en los ayuntamientos gobernados por el nacionalismo, con el adoctrinamiento de determinados libros de texto que no respetan nuestra realidad institucional ni la legalidad constitucional o con la pretensión de imponer el euskera, cuando no es oficial en todo su territorio".
Catalán ha hecho estas declaraciones en el transcurso de la toma en consideración de una proposición de ley de Esquerra Republicana-EH Bildu para despenalizar las injurias a la Corona y los ultrajes a España.
A este respecto, el senador regionalista ha defendido que la iniciativa en cuestión no busca defender la libertad de expresión o de crítica, "que, por cierto, ya están garantizadas por la democracia y el estado de derecho", sino "seguir insultando, atacando y despreciando la voluntad del pueblo español y hacerlo con total impunidad".
Para Catalán, la pretensión de los grupos independentistas es "que no se respeten los derechos de los demás, de los que no piensan como ellos, y, además, que no se sancione el ofender, ultrajar o generar odio o violencia".
Y es que, según el senador de UPN, "el independentismo siempre atacará todo lo que represente la unidad nacional, todo los que nos acoja como miembros de un mismo país: la bandera, el himno, la Jefatura del Estado, el castellano, el Tribunal Supremo, el Constitucional, el Ejército, los jueces, la Policía, la Guardia Civil, la ley, todo".
Por último, Catalán ha censurado el hecho de que "un grupo parlamentario del que forma parte un partido que tiene entre sus miembros y dirigentes a personas condenadas por terrorismo hable estos días de espionaje y, hoy, de libertad de expresión", cuando "sus compañeros de banda espiaban a los que no pensaban como ellos y se interponían en su camino para conseguir sus objetivos independentistas. Y, después, los asesinaban".
"Ahora -ha añadido- las víctimas y sus familias no solo tienen que padecer la pérdida de sus seres queridos, sino comprobar cómo se homenajea y se ensalza la figura y trayectoria de sus asesinos. Y la extrema izquierda y el independentismo, votando en contra de acabar con dichos homenajes, el Gobierno sin hacer nada y el ministro Marlaska incumpliendo su compromiso".
"Y estos son los socios del Gobierno de Sánchez, los que están decidiendo la política del país", ha concluido.