La vejez es un proceso individual que está ligado a una serie de condicionantes culturales. Con esta afirmación, la pamplonesa Camino Oslé reflexiona sobre el proceso natural del envejecimiento. A sus espaldas acumula una dilatada experiencia profesional y vital. Es doctora en Pedagogía por la Universidad de Navarra además de Diplomada en Trabajo Social, y ha hecho de la Gerontología una forma de ver la vida, de encarar los años de madurez.
Asegura que "la gran conquista es vivir bien más que vivir mucho" y no oculta que "la vida es complicada". Ahora bien, al tiempo en que afirma esto, no duda en utilizar una expresión gráfica de cómo se debe encarar la vejez: "¡A por todas!". Es una actitud positiva, defiende, ligada a dos factores: la suerte y tener un proyecto de vida. "Seguimos teniendo miedo a envejecer porque nada funciona como debería, pero es una oportunidad fantástica".
Oslé ofrece algunas claves de cómo debe ser el proceso de envejecimiento: las relaciones sociales, el cuidado de las amistades, de la familia, interesarse por la cultura, por la gastronomía, ver una película… "Hay que trabajar estas cosas", afirma con rotundidad.
Camino Oslé durante la entrevista en el programa Cara a CaraTambién aborda uno de los conceptos más temidos llegada la edad adulta: la soledad. "Es diferente vivir solo que sentirse solo", dice. "La soledad o el aislamiento son terribles" y hay que vencerlos. La esperanza de vida, los constantes cambios sociales o la forma en que vivimos influyen en el envejecimiento, según Oslé, que califica de "durísimo" el confinamiento de la población durante la pandemia. "Ha precipitado deterioros de todo tipo".
En la entrevista no elude otro controvertido debate social, el que tiene que ver con la eutanasia. Asegura que la aprobación de la ley que la hace posible ha sido positiva. Un derecho subjetivo que "no acorta la vida sino que reduce la agonía" de las personas que deciden optar por él, concluye.