Preparados para... todo

Charo Barrios
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El exatleta Chema Martínez, maestro de los mediofondistas, publica 'R-Evolución', de HarperCollins, en el que marca unas pautas en la carrera más exigente de todas, la de la vida

Preparados para... todo

Sin abandonar el deporte, que sigue practicando, Chema Martínez, uno de los mejores fondistas españoles de todos los tiempos, se ha convertido en un prestigioso ponente en universidades y foros empresariales, donde expone su filosofía de vida: «No pienses, corre».

Los aficionados le conocen muy bien: dos Juegos Olímpicos, siete campeonatos del Mundo consecutivos, tres medallas en Campeonatos de Europa, Juegos del Mediterráneo y Copas del Mundo avalan su trayectoria. Sucede que, colgadas las zapatillas y a diferencia de otros, Chema Martínez ha seguido ganando pruebas. Ganando vida, si se permite la hipérbole. 

Y lo ha hecho porque, más allá del entrenamiento físico, durante toda su carrera supo trabajar la parte mental. «¿Qué nos enseña el deporte? La capacidad de recuperación y superación. Hay que levantarse y seguir adelante», asegura. 

No se cansa de decir que todos tienen encuentros con sus sombras «y si no sabes manejarlas, estás perdido». Un riesgo que se agranda cuando se cierra la etapa en el más alto nivel y se afronta la vuelta a la normalidad.

Él se preparó a fondo. Licenciado en INEF y formado en Comunicación y Marketing, Chema (Chemita para los amigos) se ha convertido en un prestigioso ponente tanto en universidades como en foros empresariales donde expone su caso y su filosofía, que resume en un lema: «No pienses, corre». 

Podría parecer la divisa de un cobarde, pero resulta ser todo lo contrario: cuando habla de no pensar se refiere sobre todo a ese «pensamiento rumiante» que no se resuelve, que se queda atrapado en el embrollo, que no encuentra salidas y genera inactividad y frustración; y la orden de corre equivale a No le des más vueltas ¡actúa! 

Ya basta de excusas

Admite Martínez que, seguramente, si él se hubiese parado a pensar, no estaría donde está, ni escribiría libros como R-Evolución. Aprende a avanzar en la carrera de la vida, su último trabajo, que viene prologado por otro grande del deporte español, Íker Casillas. «Tanto Chema Martínez, en su vida como atleta, como yo, en la portería, hemos vivido momentos gloriosos, pero también muy complicados, y son esos los que nos han forjado para superar los obstáculos. De todas esas cosas nos habla Chemita en este libro», escribe el mítico exportero del Real Madrid y la selección española.

Ambos deportistas de alta competición saben de sobra de qué hablan, y la suya es una experiencia que comparten muchos deportistas de élite, cuyo entrenamiento es exigente, ejercitan las emociones, y aprenden a gestionar el sufrimiento, a superar la desilusión que supone no alcanzar los objetivos marcados y a administrar el exceso de ego cuando atesoras un palmarés envidiable. 

Y todo a edades muy, muy tempranas, porque los deportistas maduran antes de tiempo y desarrollan la mayor y más importante parte de su vida laboral siendo extremadamente jóvenes. 

«Nos enseñamos desde pequeños a ponernos objetivos (realistas) y a esforzarnos por conseguirlos, algo a lo que la vida, cuando nos hacemos más mayores, nos obliga», confiesa el madrileño.  

Y es que la experiencia le ha enseñado que, aunque siempre dicen que no están preparados para la derrota, lo cierto es que tampoco lo están para el triunfo. Y ganar no es fácil, hay que prever y preparar tanto el vértigo que las victorias desencadenan como la decepción que desencadena la derrota. 

Luego, cerrado ese paréntesis de gloria, hay quien tira por la borda todo lo aprendido; y quien, como Chema, lo aprovecha y lo transmite a todo el mundo. Por ejemplo, en este libro, donde habla sobre el talento; mejor aún, sobre los talentos, porque no tenemos uno sino muchos, y la vida te va descubriendo todas esas habilidades ocultas. «Yo he descubierto que me gusta comunicar y que no se me da mal». Su deseo: que alguien se inspire y encuentre su talento leyendo estas experiencias y creencias tan suyas.

No podemos terminar esta conversación sin recordar que 2021 es, porque 2020 no pudo serlo, año olímpico. Miles de atletas de todo el mundo aguardan la cita con un cosquilleo que Martínez conoce muy bien, una experiencia enriquecedora e inolvidable que siempre guardas en la mochila de la vida. 

Pero el Chema que ya no compite sabe que, más allá de las medallas, el significado de Tokio 2020 es otro: su celebración será señal de que la pandemia va quedando atrás. «Volver a hablar de récords, medallas y gestas deportivas sería un bonito regalo para este 2021». Ahora solo queda rezar y/o cruzar los dedos para que la normalidad de siempre vuelva de una vez.