Más de 100 años de historia contemplan estos edificios, corazón de la economía y la sociedad del Pirineo y prepirineo navarro en el siglo XX. Aquí trabajaban más de 500 personas en su momento de plenitud cuando esta factoría trabajaba la madera que bajaba de la Selva de Irati. El aserradero de Ekai producía este material pero también aprovechaba la energía generada para destilar alcoholes y otras sustancias. Tras muchos años de abandono, ahora se encuentra cerca de la ruina.

El territorio pide que se preserve esta pieza fundamental del patrimonio industrial navarro. Un proyecto que quiere convertir el aserradero en un polo de atracción turística aprovechando su valor histórico y su potencial turístico. Por él va a pasar una de las rutas ciclistas europeas, Eurovelo, y se recuperará el tramo del antiguo tren del Irati, que transportaba mercancías y personas desde Lumbier a Pamplona gracias a la energía generada por esta factoría. 

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La llamada de ayuda tiene que ser inmediata, ya que las estructuras se deterioran rápidamente y varios grupos del Parlamento navarro ya se han comprometido a estudiar la situación.